miércoles, 9 de marzo de 2011

Stock de Garrafas en cero...


Se agotó el stock de garrafas y la distribución se hace con las cargas del día. Los trabajadores siguen envasando durante la mitad de la jornada laboral. Ya hay listas de espera para cubrir la demanda de gas en algunos barrios de Montevideo.
"Te entrego la última garrafa que me queda, ahora habrá que ver cuándo volvemos a trabajar", se lamentaba frente a un cliente ayer en la mañana un distribuidor a domicilio.
A pesar de que ayer hubo algunas reuniones de acercamiento con los empresarios del sector, los trabajadores de las plantas envasadoras siguen trabajando la mitad del horario habitual. Por ello los distribuidores no reciben la suficiente cantidad de cargas para cumplir con la demanda.


"Para el Centro quedan algunas cargas, para otras zonas ya no hay", explicó en la tarde de ayer la telefonista de una de las tres empresas que comercializan las garrafas con Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Las empresas debieron crear listas de espera con los clientes que hacen los pedidos luego que se agota el stock. Los reclamos son atendidos a la mañana cuando los trabajadores retoman la recarga de garrafas.
La búsqueda de acuerdos en el marco de la negociación colectiva se da a pocas semanas del inicio de los fríos que determinan el comienzo de la temporada de alto consumo de gas.
Los trabajadores siguen reclamando que las empresas rebajen el contenido de las garrafas para evitar cargar con los 30 kilos que pesa el envase lleno. Mientras tanto los empresarios y el gobierno exploran alternativas a los envases metálicos.
En la mañana de hoy se reunirá el directorio de Gasur, la firma que reúne a las empresas distribuidoras de GLP, con el objetivo de analizar el conflicto.
Si bien los trabajadores hasta ayer no habían recibido comunicación oficial, se supo que el director de Ancap, Germán Riet, intentaría encontrar un acuerdo por los reclamos salariales. Ayer circuló una versión sin confirmar que señalaba que las autoridades de Ancap no estarían dispuestas a negociar la rebaja en el peso de la garrafas.
De todos modos, Ancap ha estado en conversaciones con la empresa noruega Radasco, que se dedica a la fabricación de garrafas para GLP y caños para el transporte del producto.
Incluso, el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, visitó la planta de esta empresa en una visita a Noruega en 2010.
En el mes de diciembre la firma noruega obtuvo la certificación de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) para comercializar garrafas. Se trata de envases construidos con una capa de polietileno de alta densidad soplado, encima de ella viene una cubierta de fibra de vidrio tensada y cosida.
Alfredo Ortiz, director comercial de la firma en Uruguay, destacó que la garrafas noruegas puedan cargar hasta quince kilos de gas y pesan 22 kilos con el envase incluido. Además, están construidas con materiales traslúcidos, lo que permite que el usuario visualice el consumo.
El año pasado el vicepresidente de la empresa se reunió brevemente con el presidente José Mujica quien demostró conocer el producto. Integrantes de la firma se entrevistaron con el directorio de Ancap, los distribuidores y el gremio.
Según Ortiz, el gobierno quedó "muy interesado en las garrafas y en las cañerías" para transporte de GLP a gran escala. El empresario subrayó que el envase cuenta con la homologación y certificación de distintos organismos oficiales.
En el mercado uruguayo hay por lo menos dos millones de garrafas de 13 kilos y un millón 600 mil de tres kilos. Se trata de los envases tradicionales importados de Brasil que cuestan entre US$ 40 y US$ 50.
Según Ortiz el diseño de las garrafas noruegas impide que exploten en caso de incendio.

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