Los festejos por la coronación de Uruguay en la Copa América también se vivieron en Queens, Nueva York. Pero la camada de uruguayos que salió a celebrar a las calles de la ciudad norteamericana sufrió momentos de tensión y agresión con la policía local.
Desde Queens, la uruguaya Nancy Sasia comunicó a EL PAÍS digital su "indignación" e "impotencia" por la represión policial durante los festejos de los uruguayos.
"Fue un verdadero agravio. Al comienzo las personas fueron llegando para festejar con gran alegría. Una patrulla se acercó y se mantuvo ahí sin ningún problema. Luego, de un momento a otro, se llenó de patrullas y empezaron a decirle a las personas que salieran de la calle porque obstruían el tránsito", contó Sasia. "Inmediatamente las personas que se encontraban en la aceras empezaron a entrar a los negocios, pero, sin darles tiempo a que se movieran, la Policía empezó a gritar, a tirar las banderas y a empujar a la gente", agregó.
Sasia aseveró que la comunidad uruguaya en Nueva York "se siente triste" por este violento episodio y denunció: "Un muchacho fue golpeado por más de 10 policías, lo tiraron al piso y lo hicieron sangrar"; además, "a una niña la golpearon en el cuerpo y le rompieron la rodilla".
Los uruguayos que residen en Queens se reunieron a mirar la final de la Copa América, el domingo, en una gran panadería de la ciudad. Al finalizar el encuentro, Uruguay se coronó campeón y los compatriotas decidieron salir a festejar, como ocurrió en Uruguay, Buenos Aires y ciudades españolas, por las calles.
El cónsul uruguayo en Nueva York, Carlos Orlando, dijo a radio Carve que para realizar este tipo de celebraciones se necesita autorización, pero, de todas maneras, sostuvo que "la represión fue excesiva porque no hubo roturas ni incidentes".
El jerarca explicó a Subrayado que vecinos de la zona denunciaron que "un tumulto" de personas estaban manifestándose sobre la Avenida 37. "Entonces la Policía se dirige a reprimirlos y se encuentra con una manifestación de fútbol. Algunos policías no entienden nada porque no son latinos, otros entienden, pero tenían la orden de sacar a la gente de la calle", señaló Orlando.
Según el cónsul uruguayo, cuando algunos efectivos descolgaron una bandera que estaba junto a otra norteamericana, "algunos muchachos reaccionaron bastante fuerte", por lo que hubo "empujones y palazos".
Tras el episodio, cinco uruguayos resultaron detenidos en la comisaría 115. Llegaron a la dependencia policial sobre las 19.45 horas y fueron liberados al mediodía del otro día. "Pasaron la noche allí", aseveró Orlando, pese a que el propio cónsul se hizo presente en la seccional y dialogó con el comisario.
El jerarca contó también que quiso hablar con los cinco porque "a uno de ellos lo habían golpeado duramente".
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