domingo, 21 de noviembre de 2010

Jose Mujica y la "oposicion"


Los tres principales referentes de la oposición buscan marcar su perfil propio con relación al gobierno de José Mujica. Lacalle y Bordaberry son los más confrontativos; Larrañaga el más conciliador.
A diferencia de la presidencia de Tabaré Vázquez, en que el Partido Nacional y el Partido Colorado eran un bloque opositor monolítico en la mayoría de los temas, ahora sus líderes tienen actitudes diferentes en relación con el gobierno encabezado por José Mujica, incluso con estrategias distintas en sus propios partidos políticos.
En ello tiene mucho que ver la manera de gobernar del propio presidente (que desconcertó a muchos dirigentes opositores), que desde antes de asumir y con mayoría parlamentaria asegurada buscó y logró acuerdos interpartidarios para impulsar políticas en materia de seguridad, energía, educación y medio ambiente.

Dirigentes cercanos al líder de la Unidad Nacional, Luis Alberto Lacalle, consultados por El País, coincidieron en que el ex presidente tendrá un perfil opositor marcado durante esta administración, el que se acentuará con el paso del tiempo.
Agregaron que si bien ya es claro que Lacalle mantiene una distancia con Mujica mucho mayor que el líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, esta posición se profundizará, más aun cuando el líder colorado Pedro Bordaberry intenta convertirse en el principal referente de la oposición.
En tanto, Larrañaga (ver entrevista en esta página) apuesta por un camino diferente al de Lacalle y al que él mismo tuvo durante los gobiernos de Jorge Batlle y Vázquez. El líder de Alianza Nacional se muestra dialoguista con el gobierno y como el nexo entre el presidente y el Partido Nacional, fruto también de la buena relación personal que tiene con Mujica tras compartir años de sesiones en el Parlamento.
"La estrategia de Jorge es mostrar que está dispuesto a acompañar cosas positivas para el país, aunque las proponga Mujica. Hacer una oposición útil, lograr mejorar iniciativas de gobierno a través del mecanismo del diálogo y no de los votos", comentó el diputado Jorge Gandini. Como ejemplos, el legislador mencionó la reducción del número de coordinadores departamentales y los cambios en la ley de secreto bancario.
Sin embargo, otro dirigente nacionalista manifestó su preocupación porque "Lacalle y Larrañaga están cubriendo todo el escenario blanco, eso genera que la gente piense en ellos como los únicos posibles candidatos del partido" y frena la renovación y el surgimiento de nuevos dirigentes.
propicio. Bordaberry y sus principales asesores entienden que existe un escenario propicio para que el líder de Vamos Uruguay se transforme en el principal referente opositor.
Consideran que el gobierno tiene poco margen de acción, que Mujica hizo muchos anuncios con gran difusión mediática pero que no se cumplen y que en varios casos enfrentan divisiones internas en el propio FA. Por otro parte, observan que en el Partido Nacional hay una notoria división en las estrategias de relacionamiento con el gobierno de Larrañaga y Lacalle.
"Esto deja un amplio terreno para captar simpatías entre quienes esperaban un rol más confrontativo del Partido Nacional", lo que aumenta cuando Mujica cuestiona públicamente a Bordaberry, expresó a El País un allegado a líder colorado. Esta apuesta de Bordaberry está acompañada de una estrategia de comunicación que apunta a lograr ese objetivo de que sea el referente opositor.
"En todo lo que sea positivo y podamos colaborar lo vamos a hacer y lo hemos hecho. Pero no podemos ayudar al gobierno diciéndole que está bien algo cuando nos parece que está mal. Cuando nos toca decir esto no, lo hacemos", afirmó Bordaberry.
Expresó que al gobierno le cuesta entender el rol de la oposición. "Eso se deriva de la mayoría parlamentaria que tiene, entonces parecería que siempre hay que hacer lo que dice el gobierno y yo no lo creo. La forma de construir no es estar diciendo que sí todo el tiempo, sino sin mayorías lograr cosas. Es el camino más difícil, porque si necesitan tu voto obligatoriamente te tienen que llamar", sostuvo el líder colorado.
Reclamos. El politólogo y director de Interconsult, Juan Carlos Doyenart, afirmó que la oposición "está fragmentada y tiene estrategias diferentes, incluso en un mismo partido, como sucede en el Partido Nacional".
Señaló que a los líderes opositores "los une que aplaudieron dichos de Mujica que frentistas miran serios, pero empiezan a reclamarle que haga y hable menos". Doyenart dijo que Bordaberry busca "diferenciarse del Partido Nacional, crecer electoralmente a expensas de votos blancos para disputar el balotaje con el FA en 2014. En el Partido Nacional "la situación es más compleja, porque hay una puja por el liderazgo", acotó.
Doyenart sostuvo que mientas Lacalle es más intransigente con el gobierno de Mujica, Larrañaga "intenta mostrar que su sector está a la izquierda de Lacalle, desplazarlo y recuperar votos que se fueron al FA". Consideró a esto "riesgoso" ya que "puede perder votos propios y no ser creíble como de izquierda". Doyenart consideró "razonable que Bordaberry le compita a los votos de Lacalle" y que éste se corra hacia una oposición "más dura".
Senador y lÍder de Alianza Nacional
Larrañaga: "Creo en la visión política de gobernabilidad"
E.D.
-¿Cuál es su actitud respecto al gobierno que preside José Mujica?
- Yo integro el Partido Nacional, que es oposición, una oposición que pretende construir y construir caminos de diálogo y de entendimiento. Cuando vienen algunas iniciativas de gobierno y a partir de ella podemos mejorarlas, procuramos hacerlo. Si vemos que eso no es posible terminamos no acompañándolas. También hay que proponer, tener iniciativas y procurar dar soluciones. Uruguay no puede seguir en el país del trancazo y el no se puede. Tenemos que ocuparnos de un presente que nos cuestiona y nos demanda.
- ¿La suya es una apuesta a la gobernabilidad?
-Yo creo en esa visión política de gobernabilidad, como decía Wilson Ferreira. Me parece que ese es el sentido nacional, el de tener políticas nacionales. Estoy convencido, incluso hemos hecho aportes importantes, por ejemplo en materia de seguridad. Esa es nuestra postura, nuestra forma de oponernos pero construyendo.
-¿Esta postura fue discutida en su sector o es una posición suya?
-Creo que se ha ido analizando paso a paso, instancia a instancia. Fue una estrategia que quisimos tener con el gobierno de Vázquez y que éste prefirió y optó por el relacionamiento interno del propio FA y no con las demás fuerzas políticas. Este gobierno tiene una característica diferente y hay que reconocerlo, de diálogo con la oposición. Si en su momento criticamos que no había diálogo en el primer gobierno frentista, en este ha existido, por encima de las críticas y diferencias que mantenemos y de la situación por la que atraviesa el gobierno, jaqueado en buena medida por integrantes de la propia fuerza política que trasladan sus discrepancias a la conflictividad sindical, más el tema de la seguridad pública que es uno de los problemas que el país enfrenta. Si hay espacios para dialogar y construir, hay que agotar esos caminos. Esa es la realidad que hoy tenemos en el mapa político y que hemos llevado adelante. Me parece que es la forma de lograr avanzar, nuestros países en América Latina están jaqueados por los problemas de la coyuntura y están trancados. Lo reconoce el presidente cuando dice que en este país se puede avanzar poco. Me parece que se trata de vencer el país trancado, más acostumbrado a mirar su pasado que los cuestionamientos del presente.
-¿Considera que esto puede tener resultados positivos en lo electoral? ¿Asume los riesgos de esta estrategia?
-¿Qué son los riesgos de los políticos o de un sector político frente al bien público en general? No tenemos derecho a andar especulando con los destinos personales o sectoriales cuando está el interés general. Poca cosa le aportaríamos a la credibilidad política si estuviéramos basando la forma en que hacemos oposición en función de los beneficios personales que podamos tener. Yo no entro en esas especulaciones. Porque creo que hay que hacer cosas desde la política, que no es un mero orejeo como si uno estuviera jugando al truco. La actividad política es hacer, proponer, solucionar y esos son los verbos que queremos conjugar. Oponernos por oponernos es lo más fácil, el desafío más duro, el más difícil es el del diálogo, porque ahí se necesitan fortaleza, una visión de país, creer mucho en lo que significan nuestras propuestas para poder defenderlas.
-¿Cómo califica la actitud de Pedro Bordaberry frente al gobierno y las críticas que le realizó?
-No nos posicionamos en función de, no entramos en esa especulación política. Lo que es bueno para el país es bueno para el Partido Nacional, esa es la práctica y el sentido de nación que tenemos. No podemos prometer para dentro de cinco años lo que pudiendo concretar ahora no terminamos de hacer por egoísmos o pequeñeces. La gente está cansada de ver a los políticos peleándose arriba mientras la gente espera abajo y no creo que tengamos derecho a eso.
-¿Qué opinión le merece cómo encara Luis Alberto Lacalle esta etapa del gobierno?
- Mis opiniones no suponen bajo ningún punto de vista un cuestionamiento a los compañeros del partido. El partido ha salido fortalecido cuando ha tenido sectores incluso con distintas posturas. En su momento Por la Patria, el MNR, Consejo Nacional Herrerista y ahí el partido salió fortalecido. Creo que hay que abrir el abanico del partido y ensanchar la base del partido, para poder representar a la mayor cantidad de compatriotas. El posicionamiento de uno y de otro ha sido dialogado y la unidad del partido se construye sobre la diversidad.

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