A los pocos minutos del aplauso de rigor con el que fue recibido el número ganador del tradicional sorteo de fin de año, se supo que horas antes del sorteo, la agencia número 723 de Carrasco había devuelto ese billete por no haber podido venderlo.
"Esto sí que fue raro", comentó el director de Loterías y Quinielas, Alberto Queijo, al ser consultado por la prensa frente a los bolilleros. "Generalmente se vende al menos un décimo, pero esta vez el billete se devolvió entero", confirmó.
Luego de las consultas y de la confirmación, Queijo recordó a los presentes que el total del premio -aproximadamente unos US$ 3.700.000-, pasará a rentas generales. Entre ellos había varios jugadores que siguieron, con libreta y lapicera en la mano, el transcurso de cada sorteo. Por supuesto, la desazón llegó en el momento en que se anunció el 00746. "No te puedo creer", dijo un hombre que minutos antes sostenía -quizá por cábala- que ya no jugaba más y ahora se imaginaba qué debería estar sintiendo el (o los) dueños del número 00747, que sí se vendió en la calle Arocena.
En total fueron emitidos 40.000 billetes a un precio de $ 6.000 el entero y $ 300 el vigésimo. El año pasado el entero valía $ 5.000, un 20% menos que ahora. Este año el "Gordo" tenía un premio más que tentador: $ 75.000.000.
El número ganador se conoció a las 21.16 horas, después de que salieran 13 de los 20 ganadores. El segundo premio, que salió después de nueve premios, sí fue vendido en la Agencia 111 de Salto, y es el 33.937.
Para el tercer premio se sorteó el número 12.486 que salió en Piriápolis y llevó $ 500.000, para el cuarto fue el 1921 y para el quinto el 39.054. Estos dos últimos ganaron $ 300.000.
"Nos preocupaba el tema de que se repitiera el cero en los dos primeros dígitos porque es un número que a lo mejor la gente no se anima mucho a comprar", explicó Queijo.
El 00746 no hubiera podido salir hace dos años, ya que hasta entonces, los números que se vendían eran desde el 1.000 hacia arriba. "De todas formas, la devolución fue muy escasa. Nuestro deseo nunca es que el premio quede en rentas generales, lo que queremos es potencializar el juego. Seguiremos haciendo esfuerzos por mejorar la comercialización", aseguró el director, quien recordó que muchas veces "se da a la inversa" y la dirección tiene que cubrir los premios que son ganados. No faltó quien, pensando que el premio quedaba en la dirección, lo invitara a pagar la cena de esa noche.
Mientras tanto, Evelyn, una niña cantora de 19 años que además es administrativa en Loterías y Quinielas, recuperaba el aliento y admitía la sensación agridulce de haber cantado el "gordo" que no cayó en ninguna casa. "Creía que mis dos compañeras iban a cantarlo antes. Pero cuando me tocó, quedaban sólo dos bolillas rosadas de cuatro, y entre esas dos estaba el número 1. Cuando salió sentí que se me paraba el corazón. Es una linda sensación, aunque en este caso también es bastante extraña porque no ganó nadie".
Denuncias de billetes perdidos
Dos dueños de subagencias del Cerrito de la Victoria denunciaron a la Dirección de Loterías y a la Justicia que billetes que habían comprado para los colectivos de sus locales no aparecieron. La Justicia investigaba ayer la desaparición de medio entero de lotería, que había sido vendido, pero no estaba en la subagencia respectiva. Los números con los que hubo problemas fueron el 19.015 y 34.980. Los subagentes no recibían los números, los reclamaron ante la agencia, pero tampoco aprecían. Luego de varias gestiones uno de los subagentes pudo recuperar el billete original, informó telemundo. Al otro subagente perjudicado le cambiaron el número por otro, lo que motivó su desconcierto. Finalmente, el dueño de la agencia responsable de la venta de los billetes, dijo también ser víctima de esta situación.
"Esto sí que fue raro", comentó el director de Loterías y Quinielas, Alberto Queijo, al ser consultado por la prensa frente a los bolilleros. "Generalmente se vende al menos un décimo, pero esta vez el billete se devolvió entero", confirmó.
Luego de las consultas y de la confirmación, Queijo recordó a los presentes que el total del premio -aproximadamente unos US$ 3.700.000-, pasará a rentas generales. Entre ellos había varios jugadores que siguieron, con libreta y lapicera en la mano, el transcurso de cada sorteo. Por supuesto, la desazón llegó en el momento en que se anunció el 00746. "No te puedo creer", dijo un hombre que minutos antes sostenía -quizá por cábala- que ya no jugaba más y ahora se imaginaba qué debería estar sintiendo el (o los) dueños del número 00747, que sí se vendió en la calle Arocena.
En total fueron emitidos 40.000 billetes a un precio de $ 6.000 el entero y $ 300 el vigésimo. El año pasado el entero valía $ 5.000, un 20% menos que ahora. Este año el "Gordo" tenía un premio más que tentador: $ 75.000.000.
El número ganador se conoció a las 21.16 horas, después de que salieran 13 de los 20 ganadores. El segundo premio, que salió después de nueve premios, sí fue vendido en la Agencia 111 de Salto, y es el 33.937.
Para el tercer premio se sorteó el número 12.486 que salió en Piriápolis y llevó $ 500.000, para el cuarto fue el 1921 y para el quinto el 39.054. Estos dos últimos ganaron $ 300.000.
"Nos preocupaba el tema de que se repitiera el cero en los dos primeros dígitos porque es un número que a lo mejor la gente no se anima mucho a comprar", explicó Queijo.
El 00746 no hubiera podido salir hace dos años, ya que hasta entonces, los números que se vendían eran desde el 1.000 hacia arriba. "De todas formas, la devolución fue muy escasa. Nuestro deseo nunca es que el premio quede en rentas generales, lo que queremos es potencializar el juego. Seguiremos haciendo esfuerzos por mejorar la comercialización", aseguró el director, quien recordó que muchas veces "se da a la inversa" y la dirección tiene que cubrir los premios que son ganados. No faltó quien, pensando que el premio quedaba en la dirección, lo invitara a pagar la cena de esa noche.
Mientras tanto, Evelyn, una niña cantora de 19 años que además es administrativa en Loterías y Quinielas, recuperaba el aliento y admitía la sensación agridulce de haber cantado el "gordo" que no cayó en ninguna casa. "Creía que mis dos compañeras iban a cantarlo antes. Pero cuando me tocó, quedaban sólo dos bolillas rosadas de cuatro, y entre esas dos estaba el número 1. Cuando salió sentí que se me paraba el corazón. Es una linda sensación, aunque en este caso también es bastante extraña porque no ganó nadie".
Denuncias de billetes perdidos
Dos dueños de subagencias del Cerrito de la Victoria denunciaron a la Dirección de Loterías y a la Justicia que billetes que habían comprado para los colectivos de sus locales no aparecieron. La Justicia investigaba ayer la desaparición de medio entero de lotería, que había sido vendido, pero no estaba en la subagencia respectiva. Los números con los que hubo problemas fueron el 19.015 y 34.980. Los subagentes no recibían los números, los reclamaron ante la agencia, pero tampoco aprecían. Luego de varias gestiones uno de los subagentes pudo recuperar el billete original, informó telemundo. Al otro subagente perjudicado le cambiaron el número por otro, lo que motivó su desconcierto. Finalmente, el dueño de la agencia responsable de la venta de los billetes, dijo también ser víctima de esta situación.
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