sábado, 5 de marzo de 2011

sube precio de las hortalizas


Los precios de la papa, zanahoria y cebolla estarán por encima de lo "normal" en los próximos tres meses, agregándose así otra presión sobre la inflación además del alza que viene registrando la carne. También subirán los productos panificados.
De hecho, para mitigar la baja oferta de estas verduras, en enero y febrero se importaron unas 3.000 toneladas de papa. También el gobierno habilitó la compra de zanahoria desde Chile y Argentina. En ambos casos, esto no repercutió en una baja de los precios sino en un mantenimiento con una tendencia al alza de los mismos.
Por otro lado, es inminente una alza de los productos panificados en los próximos días producto del ajuste de salario que rige desde enero pero que aún no fue laudado en los Consejos de Salarios, informó una fuente del sector a El País.

En tanto, el director del Área de Producción y Comercialización del Mercado Modelo, Alfredo Pérez, explicó a El País que el déficit hídrico que se atravesó durante la primavera y verano "está repercutiendo" en el volumen de ofertas de algunas verduras y que "eso explica el alza de los precios" que están registrando hoy la papa, la zanahoria y la cebolla. Agregó que este panorama "se mantendrá sin cambios al menos por tres o cuatro meses" hasta que ingrese una nueva cosecha.
Según el último informe del mercado mayorista que publicó el Mercado Modelo, el precio de la cebolla aumentó 8,6% en la semana que culminó ayer con un rango de entre $ 17 y $ 19 por kilo, mientras que la papa subió 5,3% (entre $ 14 y $ 16). Solamente la zanahoria mantuvo su cotización con respecto a la semana anterior con un rango de precio de entre $ 20 y $ 21 por kilo. La oferta de esta verdura es actualmente un 28% más baja que el volumen promedio histórico. Para las demás verduras, boniato, zapallo, tomate, morrón, acelgas, entre otras, no se esperan "precios por encima" de lo normal para los próximos meses porque habrá una oferta interna significativa, apuntó Pérez. Tampoco para las frutas (manzanas, peras y cítricos) se prevén precios por arriba de lo normal. Salvo el caso del limón donde hoy el precio al público ronda los $ 100. Esto es producto de una reducida oferta a nivel local y mundial. La próxima semana se comenzará a importar limón desde Argentina lo que prevén que repercuta en una baja.
Pero la suba de los alimentos no es un problema solo de Uruguay. El valor mundial de estos llegó a su mayor nivel en 20 años y podría seguir creciendo ante un petróleo más caro, advirtió la Organización para la Alimentación y la Agricultura.
Carne. La cúpula del Pit-Cnt se reunió ayer durante dos horas con el titular del INAC, Alfredo Fratti, para plantearle su preocupación por el incremento del precio de la carne en el mercado interno. La delegación sindical sugirió que se evalúe rebajar los cortes delanteros, por ser los más consumidos por los de más bajos ingresos. Fratti dijo a El País que no descarta ninguna medida y que el gobierno está siguiendo de cerca los valores.
Además del ajuste de la carne bovina de 4% en la media res de esta semana, también se sumó un ajuste del precio del kilo de pollo que subió 7% quedando para la venta al público entre $ 55 y $ 60, según informó a El País el presidente de la Asociación de Carniceros, Germán Moller. El comerciante señaló que pese a la suba de precios las ventas "no han disminuido y tampoco se espera que lo hagan en los próximos días. El que come cuadril y pagaba $ 180 no va dejar de consumirlo porque suba a $ 200", graficó.
Por otro lado, el titular de la Asociación de Productores de Cerdo, Víctor Liberman, dijo a El País que su gremial solicita hace tiempo un aumento del 20% en el precio que paga la industria por una suba de las raciones. Hoy los productores reciben entre $ 32 y $ 42 por kilo de cerdo en pie. Aclaró que con esto no se busca "mezclar" este pedido con la suba que está registrando la carne bovina. Liberman dijo que la importación marca los precios internos del cerdo y alertó por una "especulación" de algunas industrias importadoras que aprovechan la coyuntura de alza en los cortes bovinos para subir el precio del cerdo al público.
Las cifras
3.000 Toneladas de papa es lo que se habilitó a importar en el primer mes del año para evitar un incremento fuerte de precios.
8,6% Fue lo que aumentó el kilo de cebolla en el Mercado Modelo la última semana dejando un máximo de precio de $ 19.
¿Por qué suben los precios?
THE ECONOMIST
A nivel mundial existe una crisis alimentaria. Los precios han escalado a niveles preocupantes y están más altos en términos reales que en cualquier otro momento desde 1984. Y podrían seguir subiendo si la sequía arrasa las cosechas de trigo en China. Además, los alimentos han jugado un rol en los levantamientos populares del Medio Oriente. Es que los altos precios están sumando a millones de personas hambrientas.
Esta es la segunda alza significativa de precios en menos de cuatro años. Las compañías están haciendo sonar la alarma y el G-20 ha puesto a la "seguridad alimentaria" en el tope de su lista para 2011. La atención es bienvenida. Pero el alza de hoy es sólo parte de un conjunto mayor de preocupaciones. Mientras los países se enfocan en los alimentos, se hace necesario distinguir entre tres clases de problemas: estructurales, temporales e irrelevantes. Las principales razones de los altos precios son temporales: la sequía en Rusia y Argentina; las inundaciones en Canadá y Pakistán; las barreras de exportaciones de algunos países determinados a autoabastecerse sin importar los costos; el pánico en importadores que elevan sus stocks de granos. Algunas variables ajenas al agro empeoran las cosas: un dólar débil hace más fácil llenar el stock; y el encarecimiento del petróleo presiona al alza el costo de insumos, como fertilizantes.
Algunos culpan erradamente a otro factor: la especulación. Es cierto, el aumento en las operaciones financieras podría hacer más volátiles a los precios, aunque la evidencia en esto es débil. Pero estas operaciones no pueden llevar al alza los precios en el largo plazo, ya que por cada compra hay una venta.
Por ahora, grandes cambios estructurales, como el crecimiento de China e India, están influenciando los precios mucho menos de lo que uno podría pensar. Los dos gigantes asiáticos están demandando más alimentos, pero hasta ahora sus propias reservas agrícolas han podido satisfacer esa necesidad, por lo que no han tenido que importar grandes volúmenes (aunque esto podría cambiar dramáticamente si China llegase a importar trigo este año).
En las próximas décadas, en cambio, estos factores fundamentales tendrán un mayor peso. Se proyecta que la producción de alimentos tendrá que crecer en 70% de aquí a 2050 para lograr mantener el ritmo del crecimiento de la población, y el explosivo crecimiento de megaciudades de países en desarrollo y los cambios en la dieta que conllevan el bienestar y la urbanización. Este gran incremento será más difícil de lograr que en el pasado porque existe poca tierra no cultivada para incorporarla a la producción, porque no hay más agua y, en algunos lugares, se gana muy poco con acumular fertilizante.
El cambio climático podría exacerbar estos problemas. Por primera vez desde 1960 las cosechas de los cultivos más importantes del mundo como trigo y arroz, se están incrementando más lentamente que la población global.
Hoy el mundo no puede alimentar a 7.000 millones de personas apropiadamente. ¿Cómo podría alimentar los 9.000 millones que se esperan en 2050? El origen podría sonar paradójico: precios altos. Si en 2050 habrá que alimentar a 9.000 millones de personas, los países que producen una miserable tonelada por hectárea tendrán que producir dos; la gran cantidad de alimento desperdiciado en las granjas -más de un tercio del total- de países pobres tendrá que ser ahorrada; y los sembradores de plantas tendrán que revertir el gran declive en el crecimiento de los cultivos. Todo esto requerirá retornos más grandes para los dueños de cultivos, lo que atraería mayor inversión. Sin esto, no solo habrá 1.000 millones de personas hambrientas, sino 2.000 millones extra en 2050.
Parte de la solución es enfocar la ayuda a los más pobres. Programas condicionales de transferencia de dinero, podrían dar buen resultado. En cuanto al impulso a la producción agrícola, aranceles más bajos pueden incrementar las exportaciones de los productores de los países pobres hacia las naciones más ricas. Aunque los gobiernos pueden ayudar mucho al no entorpecer el mercado, podrían hacer aún más al revertir el declive que ha venido mostrando el gasto en investigación agrícola. Estos estudios traerían grandes beneficios: US$ 1.000 millones podría proveer miles de millones de beneficios en términos de personas alimentadas y de hectáreas replantadas.

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