
Anwar al-Awlaki, imán radical yemení-estadounidense vinculado a la red terrorista Al Qaeda y enemigo público de Washington tal como lo fuera Osama bin Laden, fue abatido ayer en Yemen, informaron fuentes de Saná y norteamericanas.
"El dirigente terrorista de Al Qaeda, Anwar al-Awlaki, fue abatido junto a miembros de esta organización que se hallaban con él", anunció un portavoz del ministerio de Defensa de Yemen, citado por la televisión estatal.
El presidente estadounidense Barack Obama, en tanto, afirmó ayer que la muerte de Awlaki constituye "un golpe muy duro" contra Al Qaeda, y aseguró que Estados Unidos está determinado a destruir todas las redes terroristas.
Esta muerte "marca una nueva etapa importante en el esfuerzo global emprendido para vencer a Al Qaeda y sus ramificaciones", añadió Obama, al tiempo que destacó que la red terrorista "en la Península Arábiga sigue siendo una organización peligrosa", aunque esté "debilitada".
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, consideró que la muerte del imán radical es un "nuevo golpe significativo" contra la red Al Qaeda.
Hague agregó que Awlaki "demostró su intención y su capacidad para sembrar terror a gran escala" con acciones como el fallido atentado del 25 de diciembre de 2009 contra un avión norteamericano que iba de Amsterdam a Detroit.
"Peligroso". Considerado por Estados Unidos como una amenaza tan grande como bin Laden, Awlaki habría mantenido según Washington vínculos con el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, autor del fallido atentado.
Awlaki también era conocido por haber mantenido correspondencia con el comandante estadounidense Nidal Hassan, presunto autor del tiroteo que dejó 13 muertos en la base de Fort Hood (Texas) en noviembre de 2009.
Washington consideraba al imán como uno de los objetivos a eliminar. Las autoridades yemeníes intentaron liquidarlo durante un bombardeo aéreo de la aviación de Yemen el 24 de diciembre de 2009 en la provincia de Chabwa, que causó 34 muertos. Pero Awlaki no se hallaba ahí en el momento del bombardeo, según los servicios de seguridad.
Reacción tribal. Según un jefe tribal, Awlaki y otras seis personas, murieron en el ataque que se produjo ayer en la mañana al este de Saná, capital de Yemen.
"Jamis Saleh Arfej, el anfitrión del grupo, quien resultó únicamente herido en el ataque, nos aseguró que los muertos son Awlaki, Salem Saleh Arfej, Mohammed Mosen al-Naaj, el paquistaní Samir Jan, así como otras dos personas que serían de nacionalidad saudí", declaró a la prensa un jefe tribal que pidió no ser identificado.
La séptima persona muerta pertenece a la tribu Obedia de Maarib, añadió el mismo jefe tribal, citando al anfitrión del grupo.
El operativo. El ataque fue lanzado hacia las 10 horas. Un avión hizo un primer disparo contra los miembros del grupo que se disponían a comer en el suelo de la casa donde habitaban, según el jefe tribal.
Todos salieron huyendo a bordo de un vehículo que fue pulverizado por un misil, añadió, precisando que su anfitrión, Jamis Saleh Arfej, que los seguía a distancia en otro automóvil, solo resultó herido levemente.
Un funcionario antiterrorista norteamericano, en tanto, dijo que las fuerzas de Estados Unidos utilizaron un avión no tripulado para atacar un convoy en el que viajaba Awlaki. El funcionario habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar en público.
Su muerte supone ahora un éxito para Estados Unidos e igualmente para las autoridades yemeníes, que pueden así hacer valer su condición de socios de Washington en la lucha contra Al Qaeda, en momentos en que el presidente Ali Abdalá Saleh lucha por mantenerse en el poder. "Si cedemos el poder será muy peligroso. Esto nos llevará a la guerra civil", afirmó en una entrevista al Times. Saleh, al igual que lo hace el libio Muamar Gadafi, sostiene que Al Qaeda crecerá en su país si él deja el poder.
"El dirigente terrorista de Al Qaeda, Anwar al-Awlaki, fue abatido junto a miembros de esta organización que se hallaban con él", anunció un portavoz del ministerio de Defensa de Yemen, citado por la televisión estatal.
El presidente estadounidense Barack Obama, en tanto, afirmó ayer que la muerte de Awlaki constituye "un golpe muy duro" contra Al Qaeda, y aseguró que Estados Unidos está determinado a destruir todas las redes terroristas.
Esta muerte "marca una nueva etapa importante en el esfuerzo global emprendido para vencer a Al Qaeda y sus ramificaciones", añadió Obama, al tiempo que destacó que la red terrorista "en la Península Arábiga sigue siendo una organización peligrosa", aunque esté "debilitada".
Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, consideró que la muerte del imán radical es un "nuevo golpe significativo" contra la red Al Qaeda.
Hague agregó que Awlaki "demostró su intención y su capacidad para sembrar terror a gran escala" con acciones como el fallido atentado del 25 de diciembre de 2009 contra un avión norteamericano que iba de Amsterdam a Detroit.
"Peligroso". Considerado por Estados Unidos como una amenaza tan grande como bin Laden, Awlaki habría mantenido según Washington vínculos con el nigeriano Umar Faruk Abdulmutallab, autor del fallido atentado.
Awlaki también era conocido por haber mantenido correspondencia con el comandante estadounidense Nidal Hassan, presunto autor del tiroteo que dejó 13 muertos en la base de Fort Hood (Texas) en noviembre de 2009.
Washington consideraba al imán como uno de los objetivos a eliminar. Las autoridades yemeníes intentaron liquidarlo durante un bombardeo aéreo de la aviación de Yemen el 24 de diciembre de 2009 en la provincia de Chabwa, que causó 34 muertos. Pero Awlaki no se hallaba ahí en el momento del bombardeo, según los servicios de seguridad.
Reacción tribal. Según un jefe tribal, Awlaki y otras seis personas, murieron en el ataque que se produjo ayer en la mañana al este de Saná, capital de Yemen.
"Jamis Saleh Arfej, el anfitrión del grupo, quien resultó únicamente herido en el ataque, nos aseguró que los muertos son Awlaki, Salem Saleh Arfej, Mohammed Mosen al-Naaj, el paquistaní Samir Jan, así como otras dos personas que serían de nacionalidad saudí", declaró a la prensa un jefe tribal que pidió no ser identificado.
La séptima persona muerta pertenece a la tribu Obedia de Maarib, añadió el mismo jefe tribal, citando al anfitrión del grupo.
El operativo. El ataque fue lanzado hacia las 10 horas. Un avión hizo un primer disparo contra los miembros del grupo que se disponían a comer en el suelo de la casa donde habitaban, según el jefe tribal.
Todos salieron huyendo a bordo de un vehículo que fue pulverizado por un misil, añadió, precisando que su anfitrión, Jamis Saleh Arfej, que los seguía a distancia en otro automóvil, solo resultó herido levemente.
Un funcionario antiterrorista norteamericano, en tanto, dijo que las fuerzas de Estados Unidos utilizaron un avión no tripulado para atacar un convoy en el que viajaba Awlaki. El funcionario habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a declarar en público.
Su muerte supone ahora un éxito para Estados Unidos e igualmente para las autoridades yemeníes, que pueden así hacer valer su condición de socios de Washington en la lucha contra Al Qaeda, en momentos en que el presidente Ali Abdalá Saleh lucha por mantenerse en el poder. "Si cedemos el poder será muy peligroso. Esto nos llevará a la guerra civil", afirmó en una entrevista al Times. Saleh, al igual que lo hace el libio Muamar Gadafi, sostiene que Al Qaeda crecerá en su país si él deja el poder.

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