Van cuatro días y el voraz incendio forestal que continúa consumiendo hectáreas en Rocha no da tregua a las más de 250 personas (entre Bomberos, militares, funcionarios municipales y voluntarios) que intensamente trabajan para controlarlo y extinguirlo.
Hoy, las llamas se encuentran a dos kilómetros del centro poblado de Punta del Diablo. Anoche, los vecinos comenzaron a mojar los techos de sus viviendas en forma preventiva y se acercan a la seccional de la zona para interiorizarse de la situación. La Policía ya tiene preparado un plan de evacuación en caso de ser necesario.
El intendente de Rocha, Artigas Barrios, dijo hoy en radio Sarandi que las personas que decidan quedarse en el balneario limpien los alrededores de sus viviendas y a aconsejó que quienes quieran irse voluntariamente, lo hagan.
El camping de Punta del Diablo y el predio que lo antecede están en buenas condiciones, es decir limpios de ramas, restos de árboles, hojas y pastizales, por lo que se entiende que el fuego no tendrá acceso fácil a más combustible.
Inclusive, dentro del predio, existe una piscina de importantes dimensiones que podría ser utilizada para atacar las llamas con mangueras de más de 100 metros de largo.
ESTRATEGIA. El jefe de relaciones públicas de Bomberos, José Escalada, explicó a EL PAÍS digital que hoy viajaban a Rocha oficiales de la fuerza para delinear nuevas estrategias de combate, ya que los cambiantes vientos han obligado a alternar los frentes de lucha.
Escalada dijo que esto implica un movimiento de personal, materiales y recursos que insume tiempo y energías.
El director de Bomberos, Roque Álvez, dijo ayer en conferencia de prensa que las tareas en la zona podrán insumir todavía unos seis días más.
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