La inflación en Uruguay no sólo estuvo por fuera del rango meta del gobierno el año pasado, sino que además figuró entre las diez más altas a nivel mundial y se ubicó en el podio en América Latina, junto con Argentina y Venezuela.
El registro de 8,6% que divulgó esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE) le permitió a Uruguay completar el séptimo año consecutivo con una inflación menor a 10%, es decir, el mayor lapso de tiempo con suba de precios de un dígito desde que existen estadísticas de un año (1939).
Ese indicador de todos modos fue mayor a la meta de entre 4% y 6% que se había fijado el equipo económico.
Algunos analistas señalan que cumplir ese objetivo no es tan importante, teniendo en cuenta que existe una crisis internacional que genera volatilidad en los precios y que mientras la suba esté bajo control tal vez no sea lo mejor "atar de manos" la política monetaria. Esto se debe a que las medidas que tienden a contener las presiones internas (el consumo) pueden desacelerar la economía. A su vez, contrarrestar la suba de precios internacionales (inflación importada) implica un dólar más bajo, lo que dificulta la ecuación de costos de los exportadores, haciendo menos competitivo al país en tiempos en que aún es incierto qué ocurrirá con la demanda mundial.
Pero otros expertos creen firmemente que llegó el momento de apretar el cinturón en el gasto público y en los ajustes salariales para dar más flexibilidad a la política monetaria, que consideran muy expansiva.
Lo cierto es que ante el mismo contexto internacional, otros países tuvieron registros mucho menores que el de Uruguay, incluso en la región. Si bien rubro a rubro hubo disparidad de comportamiento, el alza de los precios internacionales incidió en todas las economías.
La suba de 8,6% en 2011 le significó ocupar el octavo puesto en el ranking mundial y la tercera posición en América Latina, según datos de 71 países procesados por El País.
Ese listado -construido con datos cerrados a diciembre y noviembre- es encabezado por Venezuela. Es el sexto año consecutivo que lidera, esta vez con un registro de 27,6% anual producto del alza de alimentos y textiles. En los primeros 10 puestos también figuraron Argentina y Bolivia. La medición del país vecino (8,6%) es fuertemente cuestionada por los analistas privados que la estiman superior al 22%.
En los 10 primeros puestos no fue incluida India ya que el último dato disponible es de octubre, aunque sus niveles son más elevados que los de Uruguay (9,4%).
Panamá y Brasil quedaron al borde de la primera decena del ranking, ocupando las posiciones 11° y 12°, respectivamente. La inflación de Brasil fue la más alta en siete años al alcanzar en 2011 el tope de la meta oficial (6,5%) incidida por los costos del transporte que superaron la baja en alimentos y artículos del hogar. Guatemala también tuvo niveles de inflación en el entorno del 6,1% y en Ecuador fueron de 5,41%. Los restantes seis países seleccionados alcanzaron registros inferiores. Chile tuvo un inesperado repunte de precios en diciembre que hizo cerrar el año en 4,4%, una inflación anualizada superior a la meta de entre 3,5% y 4%. En Colombia, en tanto, sí se cumplió el objetivo (2%-4%), ya que el dato efectivo fue de 3,73%.
En México, la inflación anual a noviembre fue de 3,5% y la autoridad monetaria está confiada en que cerrará el año por debajo de 4% "relativamente controlada", según su titular, Agustín Carstens, aunque ese dato se conocerá en febrero. Por su parte, Paraguay terminó el año con una suba de precios de 4,9%, levemente inferior a la meta de 5% (que tiene un rango de tolerancia de más/menos 2,5 puntos).
Finalmente, varios países afectados por la crisis (europeos especialmente) se encuentran entre los de menor variación de precios debido al estancamiento económico. En este grupo están Estados Unidos, Italia, Grecia, España. Algunos incluso registraron deflación, como Japón afectado por el tsunami.
El registro de 8,6% que divulgó esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE) le permitió a Uruguay completar el séptimo año consecutivo con una inflación menor a 10%, es decir, el mayor lapso de tiempo con suba de precios de un dígito desde que existen estadísticas de un año (1939).
Ese indicador de todos modos fue mayor a la meta de entre 4% y 6% que se había fijado el equipo económico.
Algunos analistas señalan que cumplir ese objetivo no es tan importante, teniendo en cuenta que existe una crisis internacional que genera volatilidad en los precios y que mientras la suba esté bajo control tal vez no sea lo mejor "atar de manos" la política monetaria. Esto se debe a que las medidas que tienden a contener las presiones internas (el consumo) pueden desacelerar la economía. A su vez, contrarrestar la suba de precios internacionales (inflación importada) implica un dólar más bajo, lo que dificulta la ecuación de costos de los exportadores, haciendo menos competitivo al país en tiempos en que aún es incierto qué ocurrirá con la demanda mundial.
Pero otros expertos creen firmemente que llegó el momento de apretar el cinturón en el gasto público y en los ajustes salariales para dar más flexibilidad a la política monetaria, que consideran muy expansiva.
Lo cierto es que ante el mismo contexto internacional, otros países tuvieron registros mucho menores que el de Uruguay, incluso en la región. Si bien rubro a rubro hubo disparidad de comportamiento, el alza de los precios internacionales incidió en todas las economías.
La suba de 8,6% en 2011 le significó ocupar el octavo puesto en el ranking mundial y la tercera posición en América Latina, según datos de 71 países procesados por El País.
Ese listado -construido con datos cerrados a diciembre y noviembre- es encabezado por Venezuela. Es el sexto año consecutivo que lidera, esta vez con un registro de 27,6% anual producto del alza de alimentos y textiles. En los primeros 10 puestos también figuraron Argentina y Bolivia. La medición del país vecino (8,6%) es fuertemente cuestionada por los analistas privados que la estiman superior al 22%.
En los 10 primeros puestos no fue incluida India ya que el último dato disponible es de octubre, aunque sus niveles son más elevados que los de Uruguay (9,4%).
Panamá y Brasil quedaron al borde de la primera decena del ranking, ocupando las posiciones 11° y 12°, respectivamente. La inflación de Brasil fue la más alta en siete años al alcanzar en 2011 el tope de la meta oficial (6,5%) incidida por los costos del transporte que superaron la baja en alimentos y artículos del hogar. Guatemala también tuvo niveles de inflación en el entorno del 6,1% y en Ecuador fueron de 5,41%. Los restantes seis países seleccionados alcanzaron registros inferiores. Chile tuvo un inesperado repunte de precios en diciembre que hizo cerrar el año en 4,4%, una inflación anualizada superior a la meta de entre 3,5% y 4%. En Colombia, en tanto, sí se cumplió el objetivo (2%-4%), ya que el dato efectivo fue de 3,73%.
En México, la inflación anual a noviembre fue de 3,5% y la autoridad monetaria está confiada en que cerrará el año por debajo de 4% "relativamente controlada", según su titular, Agustín Carstens, aunque ese dato se conocerá en febrero. Por su parte, Paraguay terminó el año con una suba de precios de 4,9%, levemente inferior a la meta de 5% (que tiene un rango de tolerancia de más/menos 2,5 puntos).
Finalmente, varios países afectados por la crisis (europeos especialmente) se encuentran entre los de menor variación de precios debido al estancamiento económico. En este grupo están Estados Unidos, Italia, Grecia, España. Algunos incluso registraron deflación, como Japón afectado por el tsunami.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios obcenos y mal intencionados seran eliminados. Gracias