miércoles, 21 de julio de 2010

Uruguay legaliza adopcion Homosexual


La Cámara de Diputados aprobó la Ley de Adopción por 40 votos a favor contra 13. Una Ley que desde su presentación fue muy discutida no sólo en el parlamento sino en todos los ámbitos de la sociedad uruguaya: es que pocas veces un proyecto toca tan de cerca los tan cuestionados y raramente bien definidos “valores” o “principios”.
Con varios artículos que modifican y buscan acelerar los trámites de adopción, la mayor polémica se centró en que por primera vez, esta ley permite que parejas homosexuales tengan el derecho de adoptar.
Desde que la ley se presentó en el parlamento uruguayo, las posiciones fueron infinitas, pero no todas tuvieron el fundamento adecuado. Como suele decirse, en uruguay hay “3 millones de expertos” y todos y cada uno de los uruguayos quisieron opinar y plantear su posición al repsecto, más allá de que ésta esté o no fundada. Fue aquí donde la Iglesia católica -separada del Estado uruguayo en el año 1917) intervino con fuertes declaraciones, de la mano de Moseñor Ncolás Cotugno, reconocido por su dichos claramente homofóbicos y de discriminación.
“El tema de la adopción de niños por parte de uniones homosexuales no es un tema de religión, de filosofía o de sociología. Es algo que refiere esencialmente al respeto de la naturaleza humana”, expresó Cotugno al enterarse de que en el país en el que reside, las parejas homosexuales podrán adoptar hijos. Lo cierto es que la naturaleza humana es una sóla, la misma, la única, naturaleza en la que convive la homosexualidad con la heterosexualidad. Nada referente a lo homosexual ha sido considerado como “antinatural” y quienes pretenden demostrar lo contrario, no hacen más que quedarse en respuestas sin fundamentos.
Claro está que la postura de la Iglesia Católica pretende respodner a la Santa Biblia, sin detenerse en notar que según la misma, para Dios, el amor es uno sólo, y expresa amar al prójimo como a uno mismo. Pero cada cual tendrá sus propias conclusiones acerca de un tema que sin dudas revoluciona a la sociead entera, porque saca puerta afuera una realidad que ya existe y reconoce un derecho fundamental que toda persona debe tener: el derecho a ser padres.
Quedan en el tintero muchas preguntas y debates sinfín. Un ejemplo claro de cuestionamientos que suelen venir a la mente, es si la sociedad estará preparada o no para enfrentar esta nueva realidad. Pero no hay nada más cierto que si no se tira la primera piedra, siempre quedará la duda y no se avanzará jamás.
La realidad ya es otra, hay niños que comparten su vida con dos papás o dos mamás, y a partir de ahora estos papás serán reconocidos ante la ley. Podrán gozar de sus derechos y comenzar a salir del closet con mayor firmeza, con un respaldo para nada menor, con una señal de apoyo que su país les está dando hacia una igualdad plena.
No cabe ponerse a discutir que “si un niño se cría entra dos padres o dos madres, será homosexual”, teoría tan vacía que en sí misma, está afirmando que la homosexualidad no existe -si todos nos criamos con “un papá y una mamá” entonces seremos hetrosexuales-.
Son sólo 22 los países en el mundo que reconocen la adopción homosexual, siendo Uruguay el único país de América Latina en hacerlo. Un país claramente progresista que sigue dando pasos en pro de una igualdad social cada vez mayor, ejemplo en el mundo entero.

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