Un ejemplar juvenil de una ballena yubarta o jorobada encalló en la playa Anaconda, en La Paloma. Si bien se mantenie aún con vida, su pronóstico es más que reservado, indicó el oceanógrafo Orlando Santana.
"Donde hay tanta vida, como en Rocha, también en ocasiones aparece la muerte", indicó el experto y agregó: "Lo importante ahora es dejarla tranquila".
La ballena jorobada tiene 8 metros 42 centímetros de largo, siendo un ejemplar juvenil típico del Atlántico Sur, habiendo recalado entre Anaconda y Zanja Honda, lugar donde pululan surfistas uruguayos, argentinos y brasileños.
Centenares de turistas inmediatamente se hicieron presentes y la colaboración para devolverla al mar se intentó de todas las formas, pero lamentablemente otra vez varó en la orilla.
La opinión de los técnicos es que debe darse un proceso natural, más allá de los lógicos intentos de colaboración. Luego, Santana se preguntó cómo se puede aliviar el sufrimiento y contestó: "lo mejor es darle un espacio de tranquilidad".
La costa de Rocha conoce de estos varamientos de ballenas y hace algunos años se produjo uno de estas mismas características en la zona próxima al Cerro Rivero y las playas de Santa Teresa, de una yubarta al igual que esta.
Se trata de una especie con una gran aleta dorsal que se mueve por mares de todo el mundo, pero esta corresponde al Atlántico Sur, se explicó.
Los concurrentes de esta playa, junto al alcalde de La Paloma, Alcides Perdomo, ex capitán de barco de pesca, han seguido atentamente el curso de este acontecimiento
"Donde hay tanta vida, como en Rocha, también en ocasiones aparece la muerte", indicó el experto y agregó: "Lo importante ahora es dejarla tranquila".
La ballena jorobada tiene 8 metros 42 centímetros de largo, siendo un ejemplar juvenil típico del Atlántico Sur, habiendo recalado entre Anaconda y Zanja Honda, lugar donde pululan surfistas uruguayos, argentinos y brasileños.
Centenares de turistas inmediatamente se hicieron presentes y la colaboración para devolverla al mar se intentó de todas las formas, pero lamentablemente otra vez varó en la orilla.
La opinión de los técnicos es que debe darse un proceso natural, más allá de los lógicos intentos de colaboración. Luego, Santana se preguntó cómo se puede aliviar el sufrimiento y contestó: "lo mejor es darle un espacio de tranquilidad".
La costa de Rocha conoce de estos varamientos de ballenas y hace algunos años se produjo uno de estas mismas características en la zona próxima al Cerro Rivero y las playas de Santa Teresa, de una yubarta al igual que esta.
Se trata de una especie con una gran aleta dorsal que se mueve por mares de todo el mundo, pero esta corresponde al Atlántico Sur, se explicó.
Los concurrentes de esta playa, junto al alcalde de La Paloma, Alcides Perdomo, ex capitán de barco de pesca, han seguido atentamente el curso de este acontecimiento
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