El predio de cuatro hectáreas ubicado en el barrio Capra y que fue ocupado por centenares de personas fue desalojado anoche por la Policía. El terreno quedó con custodia policial y hoy será devuelto a su dueño.
Fue una jornada confusa con marchas y contramarchas que sacudieron el ánimo de los ocupantes. Hubo órdenes judiciales que después fueron anuladas y 18 personas detenidas, que hoy debían ser conducidas ante el juez. Además, Inteligencia investiga ahora cuál fue el origen de la ocupación.
Por otro lado, hoy también concurrirán las primeras 20 familias de ocupantes al Ministerio de Vivienda, que les prometió ayuda y buscará la manera de que todos de alguna u otra manera puedan acceder al techo que estaban reclamando.
Las autoridades les comunicaron a los ocupantes que aunque el dueño les quisiera vender el predio, en esos terrenos no se puede edificar porque tiene un costo muy alto para el Estado llevar el saneamiento y cableado necesario para que el lugar sea habitable.
Más allá de las conjeturas que motivaron la investigación, el terreno quedó vacío ayer a las 22 horas mientras los ocupantes quitaban sus pertenencias ante la atenta mirada de los efectivos policiales.
Algunos argentinos y cada vez menos uruguayos (por suerte) sostienen que lo que ocurre en Argentina es "copiado", "contagiado" o "trasladado" inmediatamente al Uruguay, como si los orientales estuvieran todo el día pegados a la pantalla de "Crónica TV" para ver qué genialidades ocurren allende el Plata para imitarlas.
Siempre insistí que acontece todo lo contrario. Es más, cada vez los orientales quieren diferenciarse más de los argentinos y mantener su bien ganado prestigio por el respeto a las leyes, las instituciones y los derechos de los demás.
Este episodio demuestra que la autoridad no sólo hay que ejercerla, sino ejercerla en tiempo y forma.
En Argentina, la ocupación ilegal de predios públicos y privados, precisamente por la ausencia absoluta de la autoridad que se haga responsable y restituya la legalidad y el orden público, hasta dudamos que no sólo ha sido permitido sino que haya sido directamente promovida por el mismo gobierno, sectores políticos, grupos activistas o francamente terroristas. Y lo que comenzó como la comisión de un presunto delito, terminó siendo avalado y… ¡“legalizado de facto”!
¡Felicitaciones orientales! Tendrán sus problemas como cualquier rincón del mundo, pero inmediatamente aparece la autoridad (que representa al pueblo que la eligió) y los desmadres vuelven al cauce del derecho y la legalidad!
Un abrazo de un argentino que los quiere y admira mucho.
Wenceslao Rosso Picot - Abogado
Doc. Nac. Identidad. 10.550.190
República Argentina