El escritor distinguido con el Nobel de Literatura en 2010 pasó una movida jornada en Punta del Este que incluyó un almuerzo con ex presidentes y una cena con 80 invitados. Habló bien de Uruguay y elogió a José Mujica.
El autor peruano que la academia sueca distinguiera hace tres meses se reunió con los ex presidentes Jorge Batlle, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle en la casa que el empresario Enrique Manhard tiene en la zona de Rincón del Indio. Comieron "carne uruguaya, magnífica", según la descripción de Vargas Llosa, en un almuerzo "de longitud madrileña", al decir de Lacalle. La sobremesa se extendió hasta pasadas las 5 de la tarde.
A la salida, el autor que acaba de lanzar El sueño del celta, dijo riendo que luego de recibir el premio Nobel su vida "se volvió muy agitada por culpa de los periodistas sobre todo, que creen que el premio Nobel es muy importante". Entonces, señalo, "me han venido acosando para que diera entrevistas; en fin ha sido una experiencia muy rica, inesperada y al mismo tiempo me ha permitido descubrir que tenía muchos más amigos de lo que yo creía y eso ha sido muy estimulante, muy alentador desde luego".
Además de ese encuentro, Vargas Llosa fue invitado a un cóctel en el exclusivo restaurante La Bourgogne donde el chef a Jean Paul Bondoux se encargó personalmente de atenderlo.
La camioneta dorada con vidrios polarizados que trasladó al escritor y periodista desde el Hotel Serena, subió la vereda y bajaron los tres efectivos de seguridad que intentaban evitar que Vargas Llosa fuera molestado. Luciendo un elegante ambo negro y camisa blanca, el escritor se detuvo un instante para elogiar a Uruguay y al gobierno del presidente José Mujica.
"La verdad que el Uruguay viene mejorando y Mujica viene muy bien. Me alegro mucho por Uruguay y espero que el resto pueda seguirle los pasos", afirmó Vargas Llosa a El País.
Tras la reunión del mediodía, Vargas Llosa habló con a los periodistas que lo esperaban frente a la casa del anfitrión: "Hemos hablado de América Latina, hemos hablado de Uruguay, hemos hablado de literatura también afortunadamente. Ha sido muy interesante escuchar a tres ex presidentes del Uruguay conversar muy civilizadamente, fraternizando: un magnifico ejemplo que debería ser seguido en toda América Latina, habla muy bien del Uruguay de su tradición de coexistencia en la legalidad, en la libertad y además habla también muy bien del nivel intelectual de la clase política uruguaya", expresó, y continuó "son unos presidentes que no se interesan solo en la política (sino) también en la cultura, en la pintura, en la literatura, en las ideas, están muy informados sobre lo que ocurre en el resto de América Latina así que para mí ha sido una experiencia muy grata en la que me he entretenido y aprendido muchas cosas".
Vargas Llosa recibió como regalo "unos buenos libros de historia, de ensayos políticos sobre el Uruguay".
El Nobel peruano declaró una vez su admiración por Juan Carlos Onetti -"lo considero uno de los grandes escritores de nuestra lengua"- y celebró que Sanguinetti "conocía muchas anécdotas de Onetti porque tuvo la suerte de trabajar junto con él en periodismo".
El dos veces expresidente detalló que "con Juan Carlos Onetti trabajamos mucho tiempo juntos, un escritorio al lado del otro, de modo que hemos estado hablando de todas esas cosas de las cuales él ha escrito tan maravillosamente". Sanguinetti también destacó que El sueño del celta, la última novela de Vargas Llosa, "se encabeza con una frase de José Enrique Rodó y el personaje termina haciéndose un comentario sobre Rodó y sobre que somos todos más de una persona que se sobrepone una a la otra".
Lacalle, por su parte, destacó que fue "un almuerzo que se extendió con una sobremesa realmente de privilegio porque tener a Mario Vargas Llosa, a Álvaro su hijo con el que soy amigo, y tener además la presencia del doctor Sanguinetti y del doctor Batlle hablando de temas de política, de historia, de literatura, para mí fue realmente una de esa jornadas que uno recuerda porque uno levanta el nivel, aprende mucho, un verdadero placer del intelecto, una fiesta intelectual y una muy generosa hospitalidad del señor Manhard".
Durante la reunión, los ex presidentes formularon diversas preguntas sobre la obra de Vargas Llosa, sus personajes, situaciones y motivos inspiradores para algunos de sus trabajos. Y cada uno le dijo cuál era su obra preferida.
Honores para el Nobel 2010
Hoy, luego de la conferencia que ofrecerá en el hotel en el Conrad desde la hora 12, el municipio de Punta del Este declarará a Mario Vargas Llosa como Visitante Ilustre de la ciudad.
También recibirá el Premio Nacional de Periodismo "José Enrique Rodó", del Circulo de la Prensa del Uruguay el viernes 14 a la hora 10, en la sala Caribe del hotel Conrad. La ministra interina de Educación y Cultura, María Simon, asistirá a la entrega.
Por su parte, en Montevideo, los ediles del Foro Batllista plantearon proponer que sea declarado "ciudadano ilustre" de la capital, para lo cual sería necesario convocar a una sesión extraordinaria de la Junta Departamental, que está en receso, "ante la omisión de la Intendencia", dijo a El País el edil colorado Flavio Beltrán. En caso de que se apruebe, se le entregaría en abril, cuando el Nobel volvería a Uruguay.
El autor peruano que la academia sueca distinguiera hace tres meses se reunió con los ex presidentes Jorge Batlle, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle en la casa que el empresario Enrique Manhard tiene en la zona de Rincón del Indio. Comieron "carne uruguaya, magnífica", según la descripción de Vargas Llosa, en un almuerzo "de longitud madrileña", al decir de Lacalle. La sobremesa se extendió hasta pasadas las 5 de la tarde.
A la salida, el autor que acaba de lanzar El sueño del celta, dijo riendo que luego de recibir el premio Nobel su vida "se volvió muy agitada por culpa de los periodistas sobre todo, que creen que el premio Nobel es muy importante". Entonces, señalo, "me han venido acosando para que diera entrevistas; en fin ha sido una experiencia muy rica, inesperada y al mismo tiempo me ha permitido descubrir que tenía muchos más amigos de lo que yo creía y eso ha sido muy estimulante, muy alentador desde luego".
Además de ese encuentro, Vargas Llosa fue invitado a un cóctel en el exclusivo restaurante La Bourgogne donde el chef a Jean Paul Bondoux se encargó personalmente de atenderlo.
La camioneta dorada con vidrios polarizados que trasladó al escritor y periodista desde el Hotel Serena, subió la vereda y bajaron los tres efectivos de seguridad que intentaban evitar que Vargas Llosa fuera molestado. Luciendo un elegante ambo negro y camisa blanca, el escritor se detuvo un instante para elogiar a Uruguay y al gobierno del presidente José Mujica.
"La verdad que el Uruguay viene mejorando y Mujica viene muy bien. Me alegro mucho por Uruguay y espero que el resto pueda seguirle los pasos", afirmó Vargas Llosa a El País.
Tras la reunión del mediodía, Vargas Llosa habló con a los periodistas que lo esperaban frente a la casa del anfitrión: "Hemos hablado de América Latina, hemos hablado de Uruguay, hemos hablado de literatura también afortunadamente. Ha sido muy interesante escuchar a tres ex presidentes del Uruguay conversar muy civilizadamente, fraternizando: un magnifico ejemplo que debería ser seguido en toda América Latina, habla muy bien del Uruguay de su tradición de coexistencia en la legalidad, en la libertad y además habla también muy bien del nivel intelectual de la clase política uruguaya", expresó, y continuó "son unos presidentes que no se interesan solo en la política (sino) también en la cultura, en la pintura, en la literatura, en las ideas, están muy informados sobre lo que ocurre en el resto de América Latina así que para mí ha sido una experiencia muy grata en la que me he entretenido y aprendido muchas cosas".
Vargas Llosa recibió como regalo "unos buenos libros de historia, de ensayos políticos sobre el Uruguay".
El Nobel peruano declaró una vez su admiración por Juan Carlos Onetti -"lo considero uno de los grandes escritores de nuestra lengua"- y celebró que Sanguinetti "conocía muchas anécdotas de Onetti porque tuvo la suerte de trabajar junto con él en periodismo".
El dos veces expresidente detalló que "con Juan Carlos Onetti trabajamos mucho tiempo juntos, un escritorio al lado del otro, de modo que hemos estado hablando de todas esas cosas de las cuales él ha escrito tan maravillosamente". Sanguinetti también destacó que El sueño del celta, la última novela de Vargas Llosa, "se encabeza con una frase de José Enrique Rodó y el personaje termina haciéndose un comentario sobre Rodó y sobre que somos todos más de una persona que se sobrepone una a la otra".
Lacalle, por su parte, destacó que fue "un almuerzo que se extendió con una sobremesa realmente de privilegio porque tener a Mario Vargas Llosa, a Álvaro su hijo con el que soy amigo, y tener además la presencia del doctor Sanguinetti y del doctor Batlle hablando de temas de política, de historia, de literatura, para mí fue realmente una de esa jornadas que uno recuerda porque uno levanta el nivel, aprende mucho, un verdadero placer del intelecto, una fiesta intelectual y una muy generosa hospitalidad del señor Manhard".
Durante la reunión, los ex presidentes formularon diversas preguntas sobre la obra de Vargas Llosa, sus personajes, situaciones y motivos inspiradores para algunos de sus trabajos. Y cada uno le dijo cuál era su obra preferida.
Honores para el Nobel 2010
Hoy, luego de la conferencia que ofrecerá en el hotel en el Conrad desde la hora 12, el municipio de Punta del Este declarará a Mario Vargas Llosa como Visitante Ilustre de la ciudad.
También recibirá el Premio Nacional de Periodismo "José Enrique Rodó", del Circulo de la Prensa del Uruguay el viernes 14 a la hora 10, en la sala Caribe del hotel Conrad. La ministra interina de Educación y Cultura, María Simon, asistirá a la entrega.
Por su parte, en Montevideo, los ediles del Foro Batllista plantearon proponer que sea declarado "ciudadano ilustre" de la capital, para lo cual sería necesario convocar a una sesión extraordinaria de la Junta Departamental, que está en receso, "ante la omisión de la Intendencia", dijo a El País el edil colorado Flavio Beltrán. En caso de que se apruebe, se le entregaría en abril, cuando el Nobel volvería a Uruguay.
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