sábado, 12 de febrero de 2011

Nacional 1 - 2 Fenix


Débil atrás, nada de fútbol en la mitad del terreno, sin el tesón de los equipos que necesitan grabar su nombre en el césped y con poca fortuna en las pocas veces que probó al arco, Nacional murió en la hora contra Fénix.
Y la muerte deportiva del partido se fue dibujando con cada tiro en el caño, con cada pase defectuoso realizado por Horacio Peralta, con cada pelota perdida por el "Canguro" Porta, por la poca seguridad que le dio al armado Robert Flores, por el escaso apoyo que proporcionó Mauricio Pereyra.
Descontrol. Inseguridad. Nervios. Todo se juntó en filas tricolores y así Fénix empezó a pararse mejor en el terreno, para despejar el mar de dudas que se había levantado en el Centenario después de una soporífera actuación en la primera mitad.
Allí, replegado con dos líneas de cuatro y sin la adecuada participación de los delanteros, Fénix simplemente robusteció su arco con la suerte de los caños. Primero el "Morro" metió un cabezazo en el ángulo, después Peralta metió un zurdazo -tras su única buena jugada del partido- contra el parante derecho y finalmente el "Morro" volvió a estrellar un tiro contra el fierrito.


Pese a ello, vale precisarlo, el elenco tricolor no había expuesto en la cancha una abrumadora avalancha de fútbol. Manejó el trámite, es cierto, no corrió riesgos y atacó por abajo en lugar de recurrir al pelotazo, pero se apresuró una enormidad en los toques. Tanto vértigo impidió que aparecieran las jugadas coordinadas o planeadas y el "tiqui-tiqui" no se vio.
Que quede claro, los primeros 45 estuvieron bien definidos: Nacional atacando y Fénix defendiendo. Igual, hubo una parte de ese período en el que el bolso regaló la pelota de una manera poco creíble.
Para la segunda mitad Fénix se paró mejor. Presionó sobre la salida, pasó a compartir el control de la pelota y no se resignó a defender. Y ahí vinieron más problemas para el conjunto de Juan Ramón Carrasco.
Mucho más cuando Román Cuello, usufructuando una falla de Coates, definió de manera impecable para empatar el marcador que había sido inaugurado por el "Canguro" Porta.
La igualdad dejó al tricolor al borde del ataque de nervios, lo que fue incrementado con cada maniobra mal definida. Con cada envío a la tribuna, con cada centro que pegó en el rival que estaba adelante del delantero o con cada pase entregado a las piernas del adversario.
Y lentamente el tricolor se fue desdibujando. Metiéndose todos y cada uno de los jugadores en una bolsa oscura, de la que nadie pudo sacar una idea clara.
Así, Fénix comenzó a mandar señales muy claras que podía aprovechar los descuidos. Ganando en el área rival, buscando otro error defensivo. Apurando a los zagueros y forzando a los volantes a que se apresuraran más sus intenciones.
Le salió bárbaro. Metió el guadañazo final y en el final del partido. Curiosamente, la misma manera en la que a Nacional se le escaparon varios cotejos en el comienzo de este 2011. Si así concedió el empate en el primer clásico, así dejó escapar los tres puntos ante Wanderers en el debut y así dejó que ayer se le fueran todas las unidades para vivir un comienzo de campeonato de terror. Porque ganar un punto de seis es poco menos que poner la cabeza en la boca del león.
Ahora vendrá la Copa Santander Libertadores y a lo mejor llega una buena bocanada de aire. Es evidente que la precisa, porque el arranque del año se presenta terrorífico, especialmente porque el súper juego prometido no llega y porque tampoco aparecen los jugadores salvadores.
Las cifras
2 partidos le ganó Fénix a Nacional esta temporada: en el Apertura fue 3-0 en el Parque Central.
1 es el primer partido oficial que pierde "J.R." desde que llegó a Nacional, en pleno Apertura.
Las estrellas
S. Fogst
Una muralla en el fondo y un tormento en el juego aéreo.
G. Marques
Eludió con claridad y pasó bien. Debería ir al mediocampo.
G. Papa
Un luchador incansable en la mitad del terreno.

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