domingo, 1 de mayo de 2011

Astori y la ley de Caducidad



El vicepresidente Danilo Astori dijo en entrevista con El País que no comparte la forma que eligió el Frente Amplio para anular la Ley de Caducidad al presentar un proyecto interpretativo. Sin embargo, decidió acatar la decisión del resto de la coalición "por disciplina". Además consideró que el planteo del constitucionalista Martín Risso, acerca de que el Poder Ejecutivo puede revocar actos administrativos de gobiernos anteriores para juzgar a militares que fueron amparados dentro de la Caducidad, "es una camino ágil".
Valeria Gil
-Una vez votado el primer proyecto interpretativo en Diputados en octubre de 2010, y tras el pronunciamiento de tres senadores del FA que no apoyarían la ley en el Senado, usted lanzó una propuesta de derogar la ley de Caducidad. ¿Por qué fracasó esa idea?


-Lo que ocurrió fue que la mayoría del Frente Amplio prefirió el camino que hoy se está transitando. Pensaba y pienso que lo mejor para dejar sin efecto la impunidad de crímenes cometidos en el pasado es la derogación de la ley de Caducidad. Estamos viendo, en el trámite del proyecto interpretativo, las consecuencias negativas que puede tener desde el punto de vista político y jurídico el camino que hoy se está siguiendo y por eso este compás de espera que tenemos ahora. La postergación de la consideración del proyecto en Diputados es útil para que todos pensemos cómo se pueden evitar esas consecuencias políticas negativas y al mismo tiempo, permitir el cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
-El proyecto interpretativo ya tiene media sanción en el Senado. ¿Ahora no es demasiado tarde para acordar otra "salida jurídica" que deje sin efecto la ley de Caducidad?
-Estamos buscando la solución con muchos compañeros, queremos solucionar las notorias dificultades que tiene el proyecto interpretativo.
-¿La derogación puede ser un camino válido para dejar sin efecto la norma?
-La derogación puede integrar un camino alternativo, pero habría que complementarla con la tramitación de la inconstitucionalidad, que permita resolver los casos que fueron archivados. El constitucionalista Martín Risso (decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica) señaló que se pueden revocar actos administrativos de gobiernos anteriores que dispusieron que determinados casos quedaban comprendidos dentro de la Caducidad. Ese camino es incluso más ágil que el que yo había propuesto, porque consiste simplemente en elaborar un decreto del Poder Ejecutivo.
-¿Al Frente le puede costar muy caro, a nivel electoral, pasar por alto el resultado de los dos plebiscitos?
-No tengo la menor duda. Pero creo que no deberíamos guiarnos por las consecuencias políticas de esa índole, sino que tendríamos que darnos cuenta que está en juego la credibilidad de una fuerza política. Históricamente, el FA ha recurrido frecuentemente a las consultas populares y no sólo ha confiado en ellas, sino que al mismo tiempo ha entendido que han tenido consecuencias para el país.
-En medio de esta polémica el ex presidente Tabaré Váz-quez dijo que "no siempre las mayorías tienen razón", al justificar su posición a favor de anular la ley de Caducidad. ¿Comparte este criterio?
-Es muy difícil interpretar individualmente la voluntad popular. Yo respeto mucho la opinión de Vázquez y procuro entenderla; pero me parece que cuando una mayoría se expresa sobre un tema importante, esa mayoría debe ser especialmente considerada.
-¿Podría seguir dilatándose la votación en Diputados más allá del 20 de mayo?
-No lo puedo decir ahora, en eso está trabajando la Comisión de Constitución y Código y espero que se pueda encontrar la salida antes del 20 de mayo. Hoy no tengo elementos para asegurar cuándo se va a aceptar la propuesta, cualquiera sea.
-Antes de las elecciones, usted y el presidente José Mujica afirmaron que debería respetarse la voluntad popular. ¿Con el proyecto interpretativo no se traiciona lo que se prometió en campaña?
-No. Yo propuse un camino coherente cuando hice aquellas declaraciones, pero no recibió apoyo en el Frente. Luego, opté por actuar disciplinadamente.
-¿Qué opina de la renuncia del senador Eleuterio Fernández Huidobro (CAP-L) y del pasaje al Tribunal de Conducta de Jorge Saravia, como saldo de la discusión del proyecto interpretativo en el Senado?
-Me parece un saldo negativo, lamentable. En el caso de Fernández Huidobro me da una gran pena que haya decidido renunciar, pero por otro lado siento una gran admiración por lo que hace, porque es un gesto de desprendimiento y de coherencia importante. En cuanto al pasaje al Tribunal de Disciplina, es un derecho que tiene cualquier sector de hacer esta propuesta y ojalá sirva para que tanto Saravia como quienes van a evaluar su conducta tengan información correcta y tomen la resolución más justa.
-Cuando asumió este gobierno, hubo mensajes muy conciliadores hacia las Fuerzas Armadas, pero rápidamente esa relación se fue deteriorando. Hubo tensión por el Presupuesto y ahora por el tema de la ley de Caducidad. ¿En qué quedó aquel discurso del presidente Mujica en la base aérea de Durazno?
-No sólo creo que no hay un deterioro, sino que considero que estamos en un camino de enriquecimiento. Mujica ha sido siempre muy sincero en sus relaciones y desde Durazno se hacen esfuerzos para integrar a las Fuerzas Armadas a la sociedad y eso sigue ocurriendo, aunque pudiera no haber reflejos presupuestales de esa actitud.
-¿Le preocupa el hecho de que los largos debates que se generan en el FA puedan perjudicar la gestión del gobierno o enlentecerla? El proyecto de Participación Público-Privada se discute desde hace cinco meses y no hay un acuerdo.
-No. La lentitud siempre es negativa desde el punto de vista de la eficacia y del trabajo parlamentario; cuando digo lentitud no me refiero al necesario proceso de estudio. La ley de Participación Público- Privada es una novedad, por lo tanto tiene que ser bien estudiada. Uruguay necesita con urgencia esta norma por sus debilidades estructurales y tenemos la necesidad de realizar inversiones muy importantes para superarlas.
-En el FA hay reparos con la ley de obras. ¿Se va a recurrir a la oposición para aprobar la norma?
-Haremos lo posible por tener el mayor consenso. Espero que este proyecto sea apoyado por la mayor cantidad posible de sectores. Esta ley debería ser una herramienta del Estado, por encima de los gobiernos y partidos.
-El debate tributario pareciera haber finalizado después de algunos anuncios. Pero hay sectores del FA que siguen insistiendo con modificar la línea económica del gobierno. ¿Entiende que amerita seguir discutiendo este tipo de cuestiones económicas en un momento en que la población reclama más seguridad?
-No deberíamos coartar la posibilidad de que se discutan esos temas. Hasta ahora, sin embargo, los temas tributarios no han hecho olvidar los temas de seguridad y el gobierno les presta la atención que se merecen. Además tenemos novedades como lo son estos operativos que se realizan en áreas conflictivas y la inauguración de 2.000 nuevas plazas en las cárceles.
-El Partido Colorado inició una campaña de recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad como forma de combatir la minoridad infractora. ¿Teme que esto se transforme en un plebiscito contra la gestión del gobierno?
-No, absolutamente. Respeto el derecho que tiene el Partido Colorado, pese a que no comparto el contenido de la consulta. Porque no creo que la baja de la edad de la imputabilidad sea una solución.
-¿Cómo se imagina dentro de cuatro años? ¿Mantiene su aspiración de ser candidato a la Presidencia de la República?
-No me imagino, juro que no he pensado en absoluto en mi futuro político porque estoy convencido que me distraería de la responsabilidad que tengo hoy. Por lo tanto, me concentro en los caminos buenos para el país y no en los míos.
-A nivel del FA, ¿entiende que es necesaria una nueva forma de conducir a la fuerza política con otro presidente que sustituya a Jorge Brovetto?
-Creer que el Frente tiene un problema de presidencia es achicar mucho el tema. El FA tiene que renovarse y acercarse al pueblo frenteamplista, porque hoy hay una distancia importante. Las bases están muy sectorizadas y creo que tal como están concebidas hoy, habría que reducir su poder dentro del Frente.
"Hay que ser muy austero con los gastos"
-En materia económica, la suerte de la economía uruguaya parece estar muy vinculada a Brasil en lo que refiere a las variaciones del dólar. ¿Qué pasará con Uruguay si Brasil devalúa?
-No esperamos ninguna consecuencia. No visualizamos ningún acontecimiento significativo en la economía brasileña en los próximos tiempos. Además, técnicamente no se puede hablar de devaluación, porque Brasil no fija el tipo de cambio y tiene una política flexible en función de la evaluación del mercado. Ellos acompañan la tendencia internacional y tratan de eliminar las volatilidades y Uruguay ha venido trabajando en ese sentido y por eso estamos convencidos que lo que estamos haciendo es lo que más conviene. Sabemos que el tipo de cambio real es el que importa y estamos muy cerca del equilibrio.
-Un reciente informe del Banco Central indica que algunos sectores que han acordado aumentos salariales a sus empleados no ataron los incrementos a la productividad y por consiguiente se incrementaron los precios de los productos. ¿Usted considera que ese fue el problema que generó la inflación o el problema que existe es la escasez de mano de obra?
-Creo que juegan todos esos factores como los mencionados en la pregunta y pienso que el BCU señala la preocupación de que, más que estar atados a la productividad, se tengan en cuenta los niveles de productividad, y en eso estoy de acuerdo. También entiendo que la necesidad de fuentes de trabajo puede estar desarrollando una influencia importante en la evolución de los salarios. En suma, creo que es uno de los factores que hay que considerar cuando tratamos el hecho, para combatir y neutralizar las presiones inflacionarias en la economía.
-Usted dijo que la Rendición de Cuentas será "extremadamente austera". ¿Cuál será el espacio fiscal disponible y qué gastos se postergarán?
-No puedo brindar datos precisos porque no concluyó un informe que está haciendo el gobierno. Existe la posibilidad de postergación, pero no va a haber recorte de gasto. Hay aumentos ya dispuestos que se van a cumplir, como los que refieren a la educación. En lo que hay que tener mucho cuidado, mucha cautela y austeridad es en la disposición de nuevos gastos. Ahí hay que andar con pies de plomo. Esto juega un papel sobre la demanda y así se genera presión inflacionaria.

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