domingo, 1 de abril de 2012

Controles en frontera frenaron a los turistas




Unos veintena de ómnibus con turistas uruguayos quedaron varados el viernes a la noche en el Chuy. La medida fue adoptada por las autoridades brasileñas porque los ómnibus no contaban con cinturón de seguridad en cada asiento.
Un puesto móvil de fiscalización de la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) de Brasil, instalado en la frontera del Chuy desde el viernes a la noche impidió el pasaje de una veintena ómnibus con turistas uruguayos con destino a ese país, argumentando que las unidades no cumplían con los requisitos que rigen en territorio norteño para circular.
La medida tomó por sorpresa a las empresas del transporte internacional de pasajeros, y afectó a más de ochocientos turistas uruguayos que no encontraban explicación a su situación, esperando durante toda la madrugada en la límite fronterizo de ambos países.
Concretamente, los funcionarios del vecino país que realizaban las tareas de inspección explicaban, mientras impedían el paso, que toda unidad de transporte del año 2000 en adelante debía contar para circular en territorio brasileño con cinturón de seguridad para cada uno de los pasajeros. Además, el parabrisas no debe tener ninguna fisura y deben estar las correspondientes cortinas, según explicaron en el lugar.
La firme, y sorpresiva, posición de la agencia de transporte brasileño obligó a las empresas uruguayas a trasladar nuevas unidades hasta la frontera de Chuy para proseguir su viaje y en otros casos se estaban colocando nuevos parabrisas, traídos desde la ciudad de Montevideo para superar las dificultades. En algún caso, el control era "tan excesivo" que hasta una fisura casi imperceptible en el parabrisas de un ómnibus fue impedimento suficiente para hacer parar al móvil.
Los ómnibus con turistas tenían como destino para vacacionar las ciudades de Florianópolis y Blumenau, ubicadas a unos 1.160 kilómetros y 1.340 kilómetros de la fronteriza ciudad de Chuy, respectivamente.-
Incluso, la molestia generada hizo que muchos turistas varados optaran por realizar en la madrugada del sábado un improvisado piquete en la ruta uruguaya para demorar a las unidades que venían de territorio brasileño hacia Uruguay.
El hecho tomó tanta notoriedad que se hizo presente en la misma madrugada del sábado la alcaldesa del Municipio de Chuy, Mary Urse, como así también el personal de Migración, Aduanas y Policía, a los efectos de dialogar y buscar una solución. Funcionarios del Ministerio de Transportes y Obras Públicas del Chuy informaron que sobre la hora 14:45 de ayer ya no había ninguna unidad demorada.
A NIVEL OFICIAL. El hecho generó la reacción inmediata a nivel oficial por parte del Ministerio de Transportes y Obras Públicas, que mantuvo conversaciones con la Agencia Nacional de Transportes Terrestre de Brasil, para superar el problema.
Las autoridades locales argumentaron que la medida referida a los cinturones de seguridad, principalmente, no está aprobada en el acuerdo del "Subgrupo Cinco" y la medida fue calificada como inesperada y sin el aviso de rigor a las empresas del transporte internacional de pasajeros.
CONTROL INTEGRADO. La jornada de ayer estuvo agitada en las fronteras entre Uruguay y Brasil. Además del incidente protagonizado con los ómnibus de las empresas de transporte turístico, el jueves por la noche se realizó un "operativo integrado" en la frontera, coordinado entre ambos países, para controlar irregularidades como contrabando de autos, tráfico de drogas, armas y ganado.
Autoridades de la Brigada Militar y Policía Federal brasileña se coordinaron con efectivos del Ministerio del Interior para el control en las rutas en la frontera. En Uruguay, todas las seccionales policiales de frontera están afectadas a la tarea de control y prevención de ilícitos.
Concretamente trabajan la Dirección de Investigaciones, seccionales 13ª, 16ª, 12ª, 4ª y 5ª, además de la Brigada Especial de Prevención y Represión del Abigeato (Bepra).
Se realizan controles sorpresivos en rutas de tránsito internacional como la 26 (tramo de Melo a Río Branco) y 8 (Melo-Aceguá) según establecieron fuentes policiales.
El procedimiento es el de detener a todos los ciudadanos, ya sea uruguayos o brasileños que ingresan al país y se les solicita documentación de las personas y de vehículo. Según la misma fuente, del lado uruguayo no se han detectado hechos irregulares; solo algunas infracciones de algunos vehículos por falta de documentación.
En tanto, desde el lado brasileño las rutas principales y secundarias de los municipios de Carapé y Bagé, Dom Pedrito y Aceguá tiene apostada a su Policía de la Brigada Militar y la Policía Federal. Los controles se extenderán durante toda la semana.
El comandante del batallón III de Policía de Carapé, Eduardo Martins, dijo a un diario de Minas que "la operación tiene como objetivo la lucha contra los crímenes de las zonas fronterizas. Sólo en la ciudad de Carapé fueron identificados 273 vehículos y 278 personas, requisando a tres vehículos uruguayos en condiciones irregulares circulando en territorio brasileño, y cuatro motos. Se aplicaron 12 multas de tránsito. (Producción: Eduardo González y Néstor Araújo).

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