domingo, 12 de agosto de 2012

Médicos advierten sobre muertes "evitables" por no acceder a CTI


"Se está muriendo gente que no se tiene que morir. Hay muertes evitables". Así, con esa contundencia, define la sociedad de intensivistas el drama diario de la demora en acceder a una cama de CTI. Hasta 40 pacientes por día esperan demasiado para acceder al tratamiento adecuado.
Los intensivistas lo plantean en estos términos: si en Uruguay hubo una alarma pública terrible -y entendible- con todo lo que pasó con los enfermeros asesinos y su saldo de 15 muertos, cuál debería ser la respuesta a una situación estructural que, aseguran, está causando más muertes evitables casi todos los días.
Una base de 15 pacientes críticos, con un techo que llega a los 40, esperan cada día en las puertas de emergencia o en salas de reanimación mucho más de lo aconsejable para acceder a una cama de Cuidados Intensivos (CTI) en la Salud Pública. La espera, en condiciones que se sabe no son las adecuadas, puede ser hasta de ocho días. Demasiado.
Esa lista de espera es de gente en la que ya quedó claro que tiene que ingresar al CTI, de personas de las que no hay dudas sobre su ingreso urgente.

El presidente de la Sociedad de Medicina Intensiva, Arturo Briva, coincide y acota: "Además, se trata de pacientes que ya están diagnosticados; es decir, sabiendo lo que tienen y cuál es el tratamiento a seguir, no tenés el acceso a los recursos para hacerlo. Hace días podríamos estar haciendo cosas por esas personas para mejorarlos"."Y no estamos hablando de personas con 99 años. Tenemos demoras inaceptables, impresentables, en pacientes jóvenes, que son `peleables`", dice el presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Martín Rebella.
¿Cuánto puede demorar un paciente crítico en acceder a una cama de CTI? Hay dos respuestas: en las mutualistas, minutos; en el Hospital de Clínicas o en el Maciel, días.
La intensivista Graciela Fernández contó el caso de una paciente del Maciel que estuvo cinco días ventilada manualmente en una sala de reanimación. "Uno de los internos se desmayó y quedó todo acalambrado de apretar el pomo para ventilar al paciente", recuerda Fernández. Si no fuera trágico, sería gracioso.
"Demoras para acceder a una cama de CTI siempre hay. Acá, en Estados Unidos y en Japón. Pero estas son insólitas", señala Rebella.
"No hicimos una sola medida gremial en este invierno. Está todo el mundo trabajando la mayor cantidad de horas y lo mejor que puede, el tema es que el sistema no está dando abasto para la demanda que tiene", agrega Briva.
El presidente de la sociedad de intensivistas destaca que si se consulta la tasa de mortalidad global en los CTI, se ha mantenido casi en las mismas cifras, pero eso es engañoso. "El tema es que estamos teniendo una `mortalidad oculta`, porque son pacientes que no llegan al CTI: se van muriendo en emergencias o llegan en condiciones en las que ya no hay nada para hacer".
Los datos sobre esa "mortalidad oculta" a la que refiere Briva son muy parciales. Casi no hay registros, dice, y se van contando solo con el "boca a boca" de los médicos.
Hasta el momento la única denuncia formal la hizo el jefe de block quirúrgico del Hospital de Canelones, Gerardo López Secchi, cuando a principios de julio informó que dos pacientes murieron en la emergencia tras aguardar unas 12 horas para acceder a internación en CTI.
SIN CAMAS. Parte importante del problema es que hay muchas camas de CTI cerradas por falta de personal.
Pocos días atrás cerraron tres en el Clínicas, hace meses que hay dos cerradas en el Pasteur y cuatro en el Hospital de Maldonado. En el Maciel recién ahora están por abrir una sala entera de Cuidados Intermedios, con ocho camas, pero se clausuró toda un área de Cuidados Coronarios.
Todo eso lleva a que se tengan que hacer procedimientos propios de un CTI, obligados por la gravedad del enfermo, en áreas que no son las adecuadas.
"Se están convirtiendo salas de emergencia en CTI improvisados. Es lo peor que podés hacer", sostiene Briva.
Los CTI son áreas cerradas, las emergencias son abiertas. Un enfermo crítico, internado en CTI, requiere un auxiliar de enfermería permanentemente con él. Eso es inviable en la puerta de una emergencia. donde por lo general hay pocos enfermeros para atender a todo el sector.
"Por la dinámica de trabajo terminás subatendiendo al enfermo crítico. No lo aspirás la cantidad de veces que lo tenés que aspirar, el paciente capaz que se autoextuba, no están bien vigilados. Todo eso genera más morbimortalidad", explica el presidente del SMU.
Otra cuestión que inquieta a los médicos es que todos los días se enfrentan al hecho de tomar decisiones más administrativas que médicas, que es la de decidir quién ingresa o no a cuidados intensivos.
"Tengo a tres pacientes que necesitan sí o sí camas de CTI y hay una sola disponible. Y entonces no hay más remedio que elegir. Es terrible, pero funciona así", concluye Rebella.

Piden cambios en el trabajo de las unidades intensivas

La Sociedad de Medicina Intensiva ha realizado encuestas que documentan disconformidad con la calidad de su actividad laboral, Las consultas dan cuenta del deterioro de la satisfacción que el colectivo percibe por su trabajo. En un documento los médicos plantean la incorporación del concepto de "longitudinalidad" a través de la creación de cargos de alta dedicación. Estos cargos deben ser considerados una meta asistencial a alcanzar y su implementación progresiva debe hacerse respetando derechos laborales adquiridos de los intensivistas de más edad. También piden que exista una "regulación de las guardias semanales a realizar, de manera que sea obligatorio el descanso después de una guardia de 24 horas.

Todo un trámite para acceder a auditoría oficial de los CTI

Una de las primeras medidas que tomó el Ministerio de Salud Pública (MSP) tras el episodio de los enfermeros asesinos fue la de hacer una auditoría para conocer y evaluar el funcionamiento de los CTI públicos y privados de todo el país.
La investigación se hizo entre marzo y abril. Y los resultados ya están prontos. Sin embargo, los médicos intensivistas sostienen que las autoridades sanitarias los están "manejando como un secreto de Estado".
El presidente de la Sociedad de Medicina Intensiva, Arturo Briva, dijo que no les quedó más alternativa que enviar una nota, amparados en la Ley de Transparencia Pública, para acceder a los datos.
El presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Martín Rebella, declaró que hasta se evalúa hacer una denuncia por la vía judicial para tener más información.
Rebella destacó que los médicos han asumido el rol de plantear soluciones a los problemas estructurales de la salud, pero la mayoría de las propuestas las tienen que elaborar sin información desde el MSP o de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE).
El MSP presentó en conferencia de prensa algunos datos parciales de la auditoría en los CTI. El informe reveló que hay inequidad en la distribución de las unidades intensivas en el interior del país, la carencia de CTI pediátricos en nueve departamentos, fallas en la prevención de infecciones y la necesidad de mejorar el control de medicamentos.
Los médicos reclaman saber cuántas unidades de CTI están habilitadas.

9

Son las camas de CTI cerradas por falta de personal en hospitales.

US$ 5:

Es la cifra que los médicos dicen se debe invertir para mejorar condiciones.

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