martes, 12 de marzo de 2013

Un viaje por el pequeño Uruguay



Diego Fernández Pujol se presentó cinco veces seguidas al mismo premio hasta lograr el puntapié inicial que le permitió filmar "Rincón de Darwin". Hubo tenacidad y una coincidencia en la historia de este film que se estrena el viernes.
En el año 2004, Fernández, que hasta ese momento era reconocido por sus cortometrajes (Nico y Parker, Mandado hacer y Fábrica de enanos) se puso de novio. Su novia tenía familiares en Carmelo y fueron a visitarlos. Paseando por los alrededores, descubrió el Rincón de Darwin. "Me impresionó estar parado ahí, la perspectiva histórica de que Darwin estuvo ahí, que 500 años antes hubo un indio y que el lugar no va a cambiar tanto" cuenta. Poco después, en una casa de balneario, encontró un libro de Charles Darwin. Esa casualidad no pasó desapercibida y resolvió unir el sitio que había conocido y el libro con una vieja idea que tenía, para hacer una película sobre tres personajes que compartían un viaje.
Una parte importante de ese viaje termina este viernes, cuando se estrene la película. El resto es historia.
"Siempre me gustó mucho la historia, quería ser profesor de historia cuando adolescente" explicó ayer. "Creo que nos ayuda mucho a entender lo que pasa ahora y lo que nos va a pasar". El comentario no tiene que ver solamente con Charles Darwin sino también con el proceso que siguen sus personajes en la película y lo que ellos mismos van descubriendo entre el principio y el final de la trama.

La primera vez que presentó su proyecto al premio Fona (el que la Intendencia otorga año a año y que ha posibilitado decenas de películas en casi dos décadas) fue en el año 2005. Lo perdió. Era el único fondo uruguayo al que en ese tiempo se podía acceder, así que siguió adelante. "Cada proyecto es un casamiento de años. Me gustaba y me sigue gustando, pero no tenía ganas de cargarlo y por eso me embarqué en esta otra historia" explica. Así continuó presentándose en cada llamado, reescribiendo, mirando más y más películas (Bajo el peso de la ley fue una de sus grandes referencias a la hora de pensar en las relaciones entre los protagonistas), hasta que cinco años más tarde ganó su Fona. "Por suerte fue el quinto año y no el tercero porque hubiera sido otra película y creo que logró madurez con todos esos años de trabajo. Y al ser una road movie es más difícil para un jurado que una película más convencional".Es una road movie minimalista protagonizada por Carlos Frasca, Jorge Temponi y Jorge Esmoris, que respectivamente interpretan a un escribano, un joven que quiere vender una propiedad y el fletero que los lleva. Los personajes tienen mucho de gente que el director conoce, "son como inevitablemente uruguayos, pero no porque reflejen la uruguayés sino porque hablo de lo que conozco y entiendo".
En la última oportunidad en que se presentó hizo algunos ajustes al guión, pensando específicamente en el jurado. Entre otros cambios, eliminó la voz en off del narrador. Lo cierto es que el Fona fue el primer paso para el desarrollo de un proceso que se dio con agilidad ya que al año siguiente obtuvo dinero del premio Ibermedia y también consiguieron coproductores en Portugal.
El objetivo que tenía Fernández era filmar su guión con mínimas condiciones de comodidad para todo su equipo. En sus cortometrajes ya había pedido muchos favores pero a la hora de hacer el primer largometraje, quería que todos trabajasen en condiciones más o menos buenas.
"Me parece que a veces el cine más de autor puede tener más chances en los fondos" reconoce. "Es inevitable, pero no es que sea solo así. Igual ahora el panorama es algo más amplio, lo demuestra el cine que se está haciendo. Me parece que hay como un abanico. Y hay que reconocer que el cine de género ha sido el más flojo, es el que está más en pañales salvo casos como el de La Casa Muda, así como el cine de autor ha sido más reconocido en festivales".
"Definitivamente hay un punto en que lo que se hace de cine es un reflejo de lo que somos" continúa. "Cuando uno escribe una historia, no me sale pensar cosas como que un auto salta por una rampa hasta un edificio. Ni se me pasa por la cabeza. Cuando el cine se desarrolle más van a empezar pasar esas cosas. La mayoría de las películas son como honestas en cuanto a ese planteo porque hablamos de cosas que podrían llegar a sucedernos. Capáz que hay mucha gente que espera que el cine uruguayo vaya más por ese lado. Igual no hay un cine, las películas son bastante diversas. Por un lado alabamos la virtud de ser sencillos y humildes y ¿vamos a hacer un cine de explosiones?".

Historia de tres personajes y sus intérpretes

Originalmente la historia iba a ser contada por Gastón, el personaje de Jorge Temponi, cuyo pensamiento se iba a estar escuchando a lo largo de la película. Sin embargo, en una de las reescrituras, el director optó por eliminarla y buscar otros recursos para que el espectador entendiera qué sucedía con el personaje. Sin embargo, lo que no eliminó fue su idea de que Temponi debía interpretarlo, cosa que tenía resuelta desde el principio. "Por más que el personaje no tiene nada que ver con Temponi", aclara y poco después aclara lo mismo sobre los otros dos. Como ya había trabajado con Temponi, ya lo podía imaginar. No ocurrió lo mismo con Frasca, quien apareció después de que obtuvieron algunos premios y comenzaron a buscar al actor ideal. El personaje de fletero, el de Jorge Esmoris, estaba un poco más resuelto... pero iba a ser para otro actor. Lo que ocurrió es que un mes antes del inicio del rodaje, cuando ya estaba todo bastante resuelto, el actor tuvo que cancelar su compromiso con la película. Diego Fernández se vio obligado a encontrar a otro profesional en poco tiempo, y así concluyó que Esmoris era una opción viable. Durante el período de ensayos reescribieron en parte algunos diálogos y características del personaje, a medida que Esmoris se iba metiendo en él. El problema es que no sabía manejar, así que tuvieron que darle lecciones rápidas de manejo y poner a su disposición un doble "de riesgo".

Banda de sonido muy personal en una película de carretera

Si hay un elemento clave en esta película es la banda de sonido. Fue compuesta por Franny Glass, un cantautor en ascenso que ahora está de gira por Estados Unidos. La grabación se hizo en noviembre del año pasado, varios meses después del final del rodaje, y el resultado que se ve en el cine es muy interesante, con un aire a Hollywood y al mismo tiempo algo personal (entre otros, usaron varios instrumentos asiáticos).

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