Alrededor de un centenar de personas llevaron adelante el "escrache" contra el conductor brasileño en Punta del Este. No hubo incidentes durante la manifestación, sí cierta amargura por un fallo que puede dejar en libertad al procesado.
"Justicia para Jenifer", decía una de las pancartas que portaban los manifestantes. Entre ellos los familiares de la joven Jenifer Mariño (18), muerta el pasado 1° de enero cuando una camioneta embistió la moto en la que viajaba como acompañante.
El centenar de manifestantes se concentró frente al edificio de ladrillos a la vista ubicado en la calle 26 casi la 17, el edificio Roca Mar. Allí, en el primer piso, cumple la pena de arresto domiciliario el ciudadano brasileño M.T.C. (30), procesado por un delito de homicidio culposo. Las ventanas estaban cerradas, al igual que las del resto de los apartamentos con excepción de las del cuarto y último piso del edificio.
"Esto habría que haberlo hecho frente a la casa del fiscal", gritó uno de los manifestantes.
De hecho, según trascendió en los últimos días, el fiscal Luis Pacheco no cree en la responsabilidad única del conductor brasileño. A la luz de los peritajes de Policía Técnica, el magistrado analiza la posibilidad de que el conductor de la moto, Rodolfo Sosa, novio de la joven fallecida, pueda haber tenido su cuota parte de responsabilidad al no respetar un cartel de "Pare" y porque ambos ocupantes de la moto no llevaban el casco protector.
Las actuaciones en la sede judicial comenzarán mañana 1° de marzo y, entre los primeros convocados, estará el motociclista, citado a pedido del fiscal.
Lo cierto es que entre los manifestantes, y particularmente entre los familiares de Jenifer Mariño, impera la idea de una culpabilidad neta por parte del ciudadano brasileño.
De todos modos, el "escrache" se llevó a cabo sin incidentes. Junto al centenar de personas, varios vehículos que se sumaron a la concentración hicieron sonar sus bocinas en señal de protesta.
Un discreto dispositivo policial, con algunos efectivos uniformados y otros de particular, estuvo presente desde unos 15 minutos antes de la hora 20 cuando comenzó el "escrache". Un ambiente familiar, dominado por personas adultas, conformó la protesta.
Las cifras
100 Es la cantidad de manifestantes que, se estima, participó ayer del "escrache" contra el conductor brasileño procesado.
90 Es la cantidad de días de arresto domiciliario que cumple el procesado por un delito de homicidio culposo.
"Justicia para Jenifer", decía una de las pancartas que portaban los manifestantes. Entre ellos los familiares de la joven Jenifer Mariño (18), muerta el pasado 1° de enero cuando una camioneta embistió la moto en la que viajaba como acompañante.
El centenar de manifestantes se concentró frente al edificio de ladrillos a la vista ubicado en la calle 26 casi la 17, el edificio Roca Mar. Allí, en el primer piso, cumple la pena de arresto domiciliario el ciudadano brasileño M.T.C. (30), procesado por un delito de homicidio culposo. Las ventanas estaban cerradas, al igual que las del resto de los apartamentos con excepción de las del cuarto y último piso del edificio.
"Esto habría que haberlo hecho frente a la casa del fiscal", gritó uno de los manifestantes.
De hecho, según trascendió en los últimos días, el fiscal Luis Pacheco no cree en la responsabilidad única del conductor brasileño. A la luz de los peritajes de Policía Técnica, el magistrado analiza la posibilidad de que el conductor de la moto, Rodolfo Sosa, novio de la joven fallecida, pueda haber tenido su cuota parte de responsabilidad al no respetar un cartel de "Pare" y porque ambos ocupantes de la moto no llevaban el casco protector.
Las actuaciones en la sede judicial comenzarán mañana 1° de marzo y, entre los primeros convocados, estará el motociclista, citado a pedido del fiscal.
Lo cierto es que entre los manifestantes, y particularmente entre los familiares de Jenifer Mariño, impera la idea de una culpabilidad neta por parte del ciudadano brasileño.
De todos modos, el "escrache" se llevó a cabo sin incidentes. Junto al centenar de personas, varios vehículos que se sumaron a la concentración hicieron sonar sus bocinas en señal de protesta.
Un discreto dispositivo policial, con algunos efectivos uniformados y otros de particular, estuvo presente desde unos 15 minutos antes de la hora 20 cuando comenzó el "escrache". Un ambiente familiar, dominado por personas adultas, conformó la protesta.
Las cifras
100 Es la cantidad de manifestantes que, se estima, participó ayer del "escrache" contra el conductor brasileño procesado.
90 Es la cantidad de días de arresto domiciliario que cumple el procesado por un delito de homicidio culposo.
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