lunes, 14 de febrero de 2011

Peñarol 2 x 1 sobre Wanderers


Peñarol sacó un triunfo de la galera. Fue tan rápido, que cuando Wanderers se dio cuenta de lo que pasaba, ya perdía 2 a 1. Es que la reacción aurinegra ante el gol de los bohemios (a los 52 minutos) fue tan inesperada como vertiginosa. Porque no dejó ni festejar a los rivales cuando empató el partido con gol de Luis Aguiar. Fue exactamente un minuto más tarde que el tanto de Wanderers, una sucesión de pases que terminó con el de Pacheco para el volante, y éste, con toque sutil, definió contra el caño derecho ante la salida presurosa de Mauricio Nanni.
Del gol de Guglielmone de cabeza al de Aguiar, habían pasado apenas sesenta segundos. Esa igualdad dejó atontado a Wanderers, quedó contra las cuerdas como cuando un boxeador recibe un gancho en la pera. Y cuatro minutos después, cuando intentaba reaccionar, Juan Manuel Olivera, desde afuera del área, metió un disparo bajo y cruzado que se metió junto al caño izquierdo del arco bohemio.
Fueron cuatro minutos con el acelerador a fondo y el ceño fruncido. Se vio a un Peñarol rápido y furioso, ante un Wanderers estático y desconcertado. En esos minutos, se liquidó un pleito que había sido parejo, trabado, luchado, deslucido, sin fútbol ni emoción. Lo que no habían logrado en un tiempo, lo hicieron algo más de seis minutos. Goles, cargas profundas y emoción para los dos lados.
Después llegó el freno. La pausa, el manejo de pelota, la entrega de la cancha de Peñarol y la poca creación de Wanderers ante un rival que se replegó y apostó a la contra. No hubo ideas y sólo algunos chispazos de un lado y del otro. No hubo tampoco grandes figuras, algo del "Tony" Pacheco, algo de Martinuccio, algo de Aguiar, del propio Juan Manuel Olivera, y del lado bohemio algo de Maxi Rodríguez, de Ronald Ramírez y poca cosa más.

Claro, quedó el batallar de siempre de Darío, todo un estandarte en Peñarol y en el partido. Y quedó también, la sensación que con poco, a los aurinegros le alcanzó para sacarse a un durísimo rival de encima.
Fueron cuatro minutos a todo vértigo, a toda velocidad, con furia y rebeldía que fútbol.
La cifra
6 victorias al hilo lleva Peñarol sobre Wanderers. Su última derrota fue en el Viera en el Clausura 2008.
La estrella
D. Rodríguez
Una vez más, el lateral aurinegro cargó con el equipo al hombro. El mejor.

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