lunes, 21 de marzo de 2011

"LOLY MUÑOZ" revancha el 6 de Agosto


Desde el 17 de junio de 1957, cuando Dogomar Martínez le ganó por puntos al holandés Wim Snoek, con el que había empatado 38 días antes, un europeo no peleaba en el Palacio Peñarol; fue por eso, entonces, que Ovación consignó en su edición del sábado pasado: "Es como hace casi 55 años".
Pues bien, fue; por lo apuntado y porque aquella vez la gente salió hacia la calle con la sensación de que el glorioso "Gallego" no había ganado.
Es que, desde siempre, y a partir de que los resultados del boxeo se deciden por la apreciación subjetiva de tres jurados y no por un score matemático, el que está en "el deporte de los puños" sabe que rige una ley no escrita, según la cual el visitante para ganar está obligado a hacerlo por K.O.
No se trata de una justificación, de la que uno se haga cargo, sino de una interpretación del triunfo de "Chris" Namus en fallo dividido, y con al menos una tarjeta -la del jurado Freddy Sosa, que dio 4 puntos de diferencia a favor de la uruguaya- inexplicable.
En ese marco, incluso, intentando paliar los efectos de ese factor adverso que afrontan los visitantes en toda partes, el reglamento se ha modificado con el tiempo en forma perversa para los jurados.
Es decir, allá por los 50, en las peleas por títulos, para destronar al campeón, el retador -en el 90% de los casos visitante- debía ganar, como mínimo por 3 puntos de ventaja; si no, el fallo era empate.
Ahora, en cambio, como en los combates por títulos, las tarjetas no pueden dar empate ni siquiera en la puntuación de cada round, aquella "ley no escrita" se hace más "pesada" para los visitantes por una sencilla razón: en asaltos parejos, los jurados -con su "corazoncito" y con tal de salir del paso- suman "un puntito" más para el dueño de casa.
Así, pues, se puede entender, si acaso, la tarjeta de Hugo De León, que dio 96-95 para Namus, y la de Enrique Vales (95-95), que falló empate. De algún modo, ese margen está "comprendido" dentro de aquel otro que contemplaba el viejo reglamento, que decía que para ganar, el retador debía sacar 3 puntos de ventaja.
Si algo tuvo de su lado Namus, es que "se metió" dentro de aquella vieja franja, a puro coraje; porque cuando vio que, pese a su mayor potencia (pesó 63,100 contra 60,200 de la catalana), el recto de izquierda no solo no conseguía abrirle paso a sus derechazos, sino que no podía contener la pujante iniciativa de la visitante, y comprobó que en el primer round recibió tres manos voleadas como aquella con la que Lely Luz Flores la noqueó en forma traumática, al extremo que hoy la propia Namus sigue confesando que le es complicado neutralizarlas, "se jugó" a esperar a su rival y contragolpearla, y la conmovió -sin lastimarla, como su oponente a ella- en varias oportunidades.
Así, entonces, con una tarea "participativa" del árbitro Aníbal Andrade, que demoró en separar, observó al rincón de la española y hasta hizo lo propio con la local, todo lo cual le concedió un "salvador" respiro en situaciones complicadas; y también con el "error" del cronometrista, que hizo sonar el último campanazo medio minuto antes, cuando la mente de "Chris" estaba en las nubes y sus piernas parecían de melaza, Namus le ganó, no a Muñoz, pero sí a los jurados.
Cosas del boxeo. Menos mal para el uruguayo que Muñoz aceptó el desagravio que le ofreció ayer Sebastián Revetria, antes de volver para España y el 6 de agosto vendrá para la revancha.
Tarjetas. Jurados: 97/93, 96/95 y 95/95; Ovación: 96/93 para Muñoz.
Fallo. El reglamento es perverso con los jurados y los visitantes.

1 comentarios:

  • Anónimo says:
    22 de marzo de 2011, 9:29

    Fallo anulado por las autoridades del boxeo Uruguayo. La pelea se considera anulada. Verifiquen y veran que es verdad

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