martes, 20 de marzo de 2012

Muertes se triplicaron en un año en el Maciel




En un año se triplicaron los decesos en la Unidad de Cuidados Cardiológicos del Hospital Maciel (UCC), donde trabajaba Marcelo Pereira. En diciembre el encargado de la sección advirtió de la situación al director del nosocomio, Raúl Gabus.
En diciembre de 2011 el director del Hospital Maciel, Raúl Gabus, ordenó una pericia técnica a la Unidad de Cuidados Cardiológicos (UCC) luego que el director de la repartición, Jorge Patritti, detectara un "brusco incremento" de la mortalidad en los pacientes allí internados.
En el transcurso de 2011, los decesos entre los pacientes de la UCC superaron el 12%, cuando en años precedentes oscilaban entre el 3% y 4%.
El dato quedó plasmado en las actas de inspección que labraron tres inspectoras del Departamento de Fiscalización del MSP que se presentaron en el Hospital Maciel el domingo 18 a las 16, pocas horas después que se conociera el procesamiento con prisión de los enfermeros de La Española y del Maciel.

En el acta labrada por las inspectoras, a la que accedió El País, se destaca que se detectó que en la UCC "no se aplican guías de práctica clínica y que si bien existen procedimientos y protocolos de enfermería los mismos no se encuentran a la vista ni actualizados".
Las profesionales del MSP fueron recibidas por el director del centro asistencial, Raúl Gabus y la abogada del hospital Mónica Blanco. Las inspectoras entrevistaron a la jefa interina de enfermería de la Unidad de Cuidados Cardiológicos (UCC) y a una licenciada en enfermería adjunta a la dirección.
Gabus declaró que se enteró de las investigaciones policiales y judiciales en la noche del 12 de marzo cuando recibió una llamada telefónica de un oficial de Interpol que le informó que el juez Rolando Vomero estaba a cargo de una indagatoria de extrema reserva.
Según el director del Maciel el oficial le solicitó la retención del cuerpo y la historia clínica de Santa Gladys Lemos, una paciente de 74 años que había fallecido ese día a las 19.30. El cuerpo ya había sido retirado por una empresa fúnebre.
En la mañana del 13 Gabus puso en conocimiento de la situación a la abogada Blanco quien entró en contacto con un subcomisario y el oficial de Interpol. Blanco y el gerente asistencial de ASSE, Héctor Suárez, fueron los encargados de aportar la información solicitada por la Policía y el juez actuante. El miércoles 14 Gabus y Blanco prestaron declaración en la sede penal del juez Vomero.
Allí dejaron constancia que se estaba desarrollando una investigación interna manejada por un comité compuesto por el director de la UCC, la titular de enfermería del servicio involucrado y la licenciada en enfermería adjunta a la dirección.
Investigaron sobre las áreas de gestión de la UCC, se analizaron historias clínicas, recursos materiales, equipamiento, recursos humanos, el listado de pacientes fallecidos y personal de guardia en el momento de los decesos.
El comité se encuentra trabajando pero ya concretó un informe preliminar que fue elevado al juez. En tal sentido, las inspectoras auditaron los registros de ingreso y egreso de los pacientes de la unidad investigada. Buscaban saber los nombres, número de documento, edad, fecha y motivo de ingreso, procedencia, cama asignada, fecha y hora de egreso y destino.
Datos. En el registro estaban los datos a partir del 27 de septiembre de 2011, el personal del lugar afirmó a las inspectoras que el resto de los datos están en poder de la jefa de UCC que está de licencia.
El informe de la inspección destaca que el personal de la UCC se encuentra "profundamente conmocionado" por los acontecimientos de los últimos días. "El estado emocional visible del personal puede representar un riesgo para los cinco pacientes internados allí", según se menciona en el acta.
Ante ello se debió bloquear el ingreso de nuevos pacientes a la UCC, los que serán derivados a unidades homólogas. Las inspectoras debieron certificar a una funcionaria que estaba "visiblemente afectada".
Bajo estricta reserva el Juzgado actuante e Interpol solicitaron numerosa documentación, entre la que se destaca fotocopias de 12 historias clínicas, formularios de defunción, información sobre los horarios de los funcionarios de la UCC, registros de la marca reloj del funcionario involucrado.
Detención. El viernes 16 a las 18.00 fue detenido por la Policía el enfermero Marcelo Pereira, funcionario de la Comisión de Apoyo del Maciel.
Personal de Interpol ingresó al centro y localizó al enfermero en un apartado de la UCC. Le requisaron una mochila y una cartuchera con "numerosos viales (frascos) de medicación".
Al mismo tiempo un grupo de policías allanaba la casa del enfermero, localizada en El Pinar. Allí fue detenida su pareja, que también se desempeña en la UCC, según consta en el acta de inspección del MSP.
ESPAÑOLA. Por otra parte, en la Asociación Española no se detectó, en el funcionamiento del CTI, un número de decesos que pudiera haber llamado la atención a los responsables. En 2011, egresaron 599 pacientes, produciéndose 120 decesos. El año anterior, egresaron 511 y 102 fallecieron, y en 2009 hubo 522 egresos y 119 fallecimientos
Las cifras
3% era el porcentaje de mortalidad de los
pacientes de la UCC hasta el año 2010.
12% fue el porcentaje de mortalidad de los
pacientes de la UCC en el año 2011.
Un tiempo difícil de suspicacias y temores
n La Asociación de Enfermeros de la Asociación Española y el sindicato de trabajadores no técnicos de esa mutualista emitieron comunicados repudiando lo ocurrido y coincidiendo en que esto afectará su trabajo.
Los enfermeros expresaron "profundo dolor por los momentos que están pasando las familias" de las víctimas y en aquellos casos en que "un familiar querido murió en forma repentina y sobre los que hoy se puede cernir la sombra de una duda".
A esto sumaron "el desconcierto por los hechos, por trabajar junto a personas que jamás imaginamos fuesen capaces de hacer lo que hicieron, durante años y frente a nosotros", lo que los "llena de indignación" y de "un gran dolor por lo que significa para nuestra profesión".
Adelantan que les espera "un tiempo difícil", de "suspicacias y temores".
"Esperamos entre todos poder ir superándolo y que sirva como tiempo de construcción de un sistema de atención más justo y seguro para todos", concluyen.
Los trabajadores no técnicos repudiaron los hechos "que solo pueden ser cometidos por personas con un desequilibrio psicoemocional que no forma parte del normal relacionamiento entre seres humanos".
Agregan que esto "empaña el desempeño de los 4.000 funcionarios no técnicos de la Española y el resto de más de 40.000 enfermeros de todo el país, quienes verán cuestionada su labor y puesta en duda su vocación de servicio en tratar de brindar todo el apoyo profesional a los pacientes en momentos en que su salud se ve afectada".
Además, manifiestan su "total apoyo" a quienes trabajan en el sector y que "entregan su dedicación y profesionalismo en pos de la recuperación de los pacientes".

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