En Rivera presos provenientes del Comcar se autohieren y reclaman su
traslado. Ayer en Comcar hubo escaramuzas entre guardias y presos. En el Penal
de Libertad "hay una tranquilidad relativa".
La "epidemia" de enfermos en la cárcel de Cerro Carancho, Rivera, provocó un caos en el hospital local. Los reclusos provenientes del Comcar -realojados tras participar en el motín que destruyó dos módulos el 25 de abril pasado- se autohieren y reclaman "volver a la cárcel" de donde provienen. También piden más horas de patio y de visitas, y servicio médico durante todo el día en lugar de las tres policlínicas semanales con que cuenta el penal.
En este momento hay seis reclusos internados en el hospital y uno en una mutualista. Un jerarca policial admitió que la "epidemia" de enfermos se dio a partir del escape de un recluso, quien fugó del hospital local tras aprovechar un momento de distracción del guardia. Cinco de los presos internados corresponden a la tanda de reclusos provenientes del Comcar. En tanto, los otros dos son oriundos de Rivera.
Las lesiones que se provocaron los reclusos realojados del Comcar forman parte de una estrategia tendiente a lograr el traslado a un nosocomio para luego intentar huir de allí.
Según fuentes policiales, los internos fueron atendidos por distintas afecciones auto infligidas como cortes en antebrazos, ingestión de hojas de afeitar y de trozos de bombillas y heridas abdominales. "Desde que llegaron los presos del Comcar se terminó la paz en la cárcel. Esto ahora es una olla a punto de explotar", dijo un guardia penitenciario a El País.
Según el comisionado parlamentario Alvaro Garcé, la cárcel de Rivera -inaugurada el 5 de mayo de 2011- contaba con menos de 200 internos antes de que llegaran los realojados del Comcar. Ahora, dijo, los presos en ese penal llegan a 370.
En tanto fuentes policiales indicaron a El País que ayer hubo escaramuzas entre guardias y presos en el Comcar y que, al igual que en el Penal de Libertad, hay un clima de "tranquilidad relativa" en el establecimiento de Santiago Vázquez. Las fuentes agregaron que la guardia de ambos penales "no olvida" el disparo mortal al guardia del Penal de Libertad, Óseas Pintos, efectuado por un recluso el 21 de abril pasado.
MILITARES. Por su parte, el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, afirmó que el INAU aún no solicitó que efectivos militares controles los ingresos a los centro de internación de menores. "No está planteado eso, pero si lo estuviera lo consideraríamos", dijo.
El vicepresidente Danilo Astori destacó que las Fuerzas Armadas "ya están teniendo" injerencia en las políticas de seguridad pública, por lo que "desde ese punto de vista no vamos a proponer novedades". Sin embargo, agregó que "sí habrá novedades en cuanto al tipo de tareas realizadas porque creemos que están llamadas a cumplir un papel importante desde ese punto de vista; van a tener una participación que será muy útil y positiva".
La "epidemia" de enfermos en la cárcel de Cerro Carancho, Rivera, provocó un caos en el hospital local. Los reclusos provenientes del Comcar -realojados tras participar en el motín que destruyó dos módulos el 25 de abril pasado- se autohieren y reclaman "volver a la cárcel" de donde provienen. También piden más horas de patio y de visitas, y servicio médico durante todo el día en lugar de las tres policlínicas semanales con que cuenta el penal.
En este momento hay seis reclusos internados en el hospital y uno en una mutualista. Un jerarca policial admitió que la "epidemia" de enfermos se dio a partir del escape de un recluso, quien fugó del hospital local tras aprovechar un momento de distracción del guardia. Cinco de los presos internados corresponden a la tanda de reclusos provenientes del Comcar. En tanto, los otros dos son oriundos de Rivera.
Las lesiones que se provocaron los reclusos realojados del Comcar forman parte de una estrategia tendiente a lograr el traslado a un nosocomio para luego intentar huir de allí.
Según fuentes policiales, los internos fueron atendidos por distintas afecciones auto infligidas como cortes en antebrazos, ingestión de hojas de afeitar y de trozos de bombillas y heridas abdominales. "Desde que llegaron los presos del Comcar se terminó la paz en la cárcel. Esto ahora es una olla a punto de explotar", dijo un guardia penitenciario a El País.
Según el comisionado parlamentario Alvaro Garcé, la cárcel de Rivera -inaugurada el 5 de mayo de 2011- contaba con menos de 200 internos antes de que llegaran los realojados del Comcar. Ahora, dijo, los presos en ese penal llegan a 370.
En tanto fuentes policiales indicaron a El País que ayer hubo escaramuzas entre guardias y presos en el Comcar y que, al igual que en el Penal de Libertad, hay un clima de "tranquilidad relativa" en el establecimiento de Santiago Vázquez. Las fuentes agregaron que la guardia de ambos penales "no olvida" el disparo mortal al guardia del Penal de Libertad, Óseas Pintos, efectuado por un recluso el 21 de abril pasado.
MILITARES. Por su parte, el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, afirmó que el INAU aún no solicitó que efectivos militares controles los ingresos a los centro de internación de menores. "No está planteado eso, pero si lo estuviera lo consideraríamos", dijo.
El vicepresidente Danilo Astori destacó que las Fuerzas Armadas "ya están teniendo" injerencia en las políticas de seguridad pública, por lo que "desde ese punto de vista no vamos a proponer novedades". Sin embargo, agregó que "sí habrá novedades en cuanto al tipo de tareas realizadas porque creemos que están llamadas a cumplir un papel importante desde ese punto de vista; van a tener una participación que será muy útil y positiva".
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