jueves, 27 de enero de 2011

Maxi Arias Procesado


Maxi Arias terminó procesado sin prisión por comprar un anillo robado. Por detrás del fallo se revela el entramado de una banda de ladrones que todavía no fue desarticulada. La Policía ha seguido sus pasos mediante escuchas telefónicas.
El jugador de Rampla Juniors, Maximiliano Arias, fue procesado ayer sin prisión por el delito de receptación. El juez penal de feria, Gabriel Ohanian le aplicó medidas alternativas a la privación de libertad como el arresto domiciliario en horas nocturnas y de tiempo completo durante los fines de semana hasta el próximo 25 de marzo.
En los hechos, Arias podrá entrenar con su club pero no podrá disputar partidos amistosos y oficiales que se cumplan durante todos los fines de semana de los próximos sesenta días. Arias solo compró uno de los cuatro objetos recuperados por la Policía.

Al finalizar la audiencia celebrada ayer en el juzgado penal de 2º turno de Maldonado, el magistrado actuante dictó el auto de procesamiento con prisión de los sujetos C.A.A.P., oriental de 49 años y de H.A.R., oriental de 49 por la comisión de un delito de receptación. El recluso Eduardo Nicolás Álvarez Malvárez, oriental de 24 años, sufrió otro procesamiento por el mismo delito. La mujer V.B.C., oriental de 22 años fue procesada sin prisión también por receptación. Un policía que se desempeña como "llavero" en la cárcel de Las Rosas recuperó su libertad sin perjuicio de posteriores instancias.
"No está detenido ninguno de los ladrones. Los detenidos son todos familiares del recluso: el padre, la esposa y un amigo y Maxi Arias", subrayó el abogado Alejandro Balbi
Por su parte, Arias reconoció haber comprado en unos 200 dólares un anillo de brillantes de imitación que fue denunciado como robado por una turista argentina en días pasados.
Los tres efectos son réplicas de alhajas fueron valorados por la damnificada en poco más de mil dólares. Una laptop valorada en unos 1.300 dólares y fue robada el pasado 12 de enero a un turista argentino en La Barra. En este caso también fueron robados otros efectos como una computadora más, un Ipod y otros elementos que no fueron recuperados hasta el momento.
Los cuatro efectos conforman el botín recuperado por la Policía en los allanamientos practicados en las últimas horas. El jugador reconoció el origen ilícito del anillo pero que lo había comprado para hacerle "un favor" a su amigo detenido en la cárcel de Las Rosas por la comisión de un delito de extorsión cometido el año pasado en Piriápolis.
Para los abogados del jugador de fútbol, Alejandro Balbi y Jorge Barrera, quedó comprobado que su cliente sí compró de buena fe un anillo, pero que no integra ninguna banda dedicada al robo de joyas en Punta del Este.
"Quedó confirmado que nuestro patrocinado formara parte de ninguna organización criminal, de ninguna organización delictiva, ni de ninguna banda. Se trata de un hecho muy puntual y concreto que fue la compra de un anillo a un amigo de su confianza, con quien fue compañero de baby fútbol", dijo Jorge Barrera a El País.
El abogado destacó que el jugador colaboró con las autoridades en el mismo momento de su detención cuando participaba de la práctica en su club de fútbol.
"Maxi devolvió ese efecto para que fuera reintegrado a su legítimo dueño. El pagó doscientos dólares que también están en poder de las autoridades", agregó Barrera. Los dos abogados defensores no apelarán el auto de procesamiento y buscarán que su cliente salga sobreseído.
Fuentes del caso señalaron que Arias reconoció haber pagado esa suma por el anillo y que estimó, cuando fue interrogado por el juez Ohanian, que se haría de unos cien dólares de ganancia.
INVESTIGACIÓN. Los investigadores del caso sospechan que detrás de los procesados, salvo el futbolista, están implicados en otros robos de joyas de subido valor. Empero, los detenidos no fueron los autores del robo de las joyas recuperadas en las últimas horas. No se descarta que estos sujetos fueran los responsables del robo de los equipos de la revista Caras registrado en la presente temporada.
De la instrucción del presumario se pudo establecer que el recluso aprovechaba sus vínculos con gente de alto poder adquisitivo. Los dos sujetos sin antecedentes, uno de ellos su padre, fueron los responsables de colocar el botín en Montevideo.
Se presume que el recluso ofreció en venta joyas de subido valor robadas en el verano. No se descarta que este recluso haya coordinado la colocación de mercadería de alto valor robada por delincuentes que no tienen capacidad para colocarla en los lugares adecuados para ello.
La temporada de robo comenzó a mediados de diciembre de 2010, cuando un matrimonio de italianos que viajó para la boda de su hijo denunció el robo de joyas en una finca de José Ignacio.
En este caso el botín fue avaluado en alrededor de 70 mil dólares. Sobre la Navidad, un corredor de bolsa estadounidense que viajó con su esposa a José Ignacio denunció el robo de sus joyas valoradas en unos 250.000 dólares.
Ya sobre fin de año una familia de paraguayos que descansaba en Punta del Este denunció un robo de joyas por unos 25.000 dólares, entre los casos más salientes de esta temporada.
La cifra
200 dólares es lo que pagó Maxi Arias por el anillo robado. Creen que los ladrones están vinculados a robos mayores.

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