martes, 16 de octubre de 2012

Vea Bolivia vs Uruguay desde las 18 online en vivo


Para el fútbol, uno es joven aún, y el otro, ya más maduro, caminando por los treinta y pico, en estos menesteres se le suele calificar como veterano.
Para la vida, en cambio, son dos muchachos. De personalidad sólida. Vitales. Tanto que, en realidad, y nada menos que a nivel de la alta competencia del fútbol mundial, se puede decir que son los siempre confiables "muchachos de los mandados".
Es que tanto a Andrés Scotti como a Mauricio Victorino, que hoy serán titulares en el fondo de Uruguay por la suspensión de Diego Godín y la lesión -también inhabilitación por segunda amarilla- de Diego Lugano, les ha tocado siempre entrar en partidos de alto riesgo, ante rivales muy complicados, en paradas muy bravas.
Victorino, por ejemplo, recuerda sus partidos contra Francia y Holanda, en el Mundial de Sudáfrica, ante los propios franceses hace poco en Le Havre, y más acá aún frente a Colombia en Barranquilla. Y Scotti, por su parte, hace lo mismo trayendo a la memoria el encuentro de las Eliminatorias pasadas ante Colombia en el Centenario, cuando "las papas quemaban", el Argentina-Uruguay de la Copa América en Santa Fe y el de Mendoza pocos días atrás, y también los compromisos con Ghana en Sudáfrica, y el amistoso con Francia en Le Havre.

Victorino piensa que eso ha sido así porque "los partidos más difíciles son los más lindos para jugar, porque uno entra muy motivado", y Scotti reflexiona que "a mí me gusta este tipo de partidos, entrar es jod…. pero a la vez desafiante, son los que todos los jugadores queremos jugar, es para lo que uno se prepara".Todas paradas bravas y siempre respondieron. Sin ser los titulares habituales, entraron e hicieron bien el mandado que les pidió Tabárez. Lo que no es para cualquiera; hay que tener clase.
Claro, para que la regla sea tal, que una golondrina no haga verano, debe haber una excepción confirmatoria, que en este caso hace que quede claro que los rendimientos de Victorino y Scotti, entrando en forma aislada y siempre en paradas muy bravas, no han sido fortuitos, ni producto de las circunstancias.
A Victorino, por ejemplo, le tocó ser titular en la goleada de Colombia en Barranquilla y fue sustituido en el segundo tiempo, aunque por razones estratégicas: "Ese día entramos con línea de tres y por cómo se dio el partido hubo que cambiar a línea de cuatro, ahí quedé de lateral, y ahí el maestro puso a un lateral de oficio y al `Tata` (Álvaro González) de volante; yo me estaba sintiendo bien, fue un cambio táctico más que nada".
Scotti, mientras tanto, admite que lo que pasó en Mendoza la semana pasada "no fue grato", pero revela que "si te digo la verdad, es la vez que me sentía mejor antes de entrar a la cancha; y después, también me sentí notable. Lo que pasó fue que entré, nos hicieron el gol, no supimos resolver los tiempos de juego, nos desordenamos y nos descontrolamos todos. Esto es un deporte colectivo, y por eso yo me fui con la conciencia tranquila: son esos partidos en los que el rival te supera y…¿qué vas a hacer? Solo te queda concentrarte en lo que tenés por delante".
Ahora lo que está por delante, y arriba, sobre todo, es la altura; los 3.650 metros de La Paz. Otro mandado para Victorino y Scotti. Los dos saben lo qué les espera. Al primero lo tranquiliza que "jugué en Cusco con Nacional hace años y hasta hice un gol; yo lo sentí más después del partido, que adentro de la cancha, donde sentí el ahogo lógico de esos casos, pero pude llevarla". Y el segundo confiesa que "en la altura he tenido experiencias de todo tipo, buenas y malas; por ejemplo, en la Eliminatoria pasada me tocó jugar este mismo partido, y salimos 2 a 2, después de estar 2 a 0 abajo. También jugué en Quito, en Bogotá, y ya te digo: he sufrido un poco de todo".
Victorino y Scotti. El joven y el veterano. Los dos son uno: el muchacho de los mandados.

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