Mujica recibirá un homenaje de los Palestinos del Chui

Polémica. La posición presidencial fue objetada por los israelitas.El viaje de Mujica al Chuy estaba acordado para el 14 de julio, fecha en que se cumple un año de la creación del municipio de la ciudad. Sin embargo, el encuentro se pospuso porque en Rocha pretenden que el foco de la reunión sea el reconocimiento de los palestinos al presidente y no el aniversario del municipio. La comunidad de palestinos realizó la invitación formal a Presidencia y, si no fuera posible que el presidente concurriera, iría en su lugar algún representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, según informaron a Ultimas Noticias fuentes oficiales.El reconocimiento del gobierno al Estado de Palestina se hizo oficial el 15 de marzo de este año, luego de una reunión entre el presidente José Mujica, el canciller Luis Almagro y el embajador palestino en Argentina, Walid Muaqqat. En ese momento, el canciller explicó que la decisión adoptada por el gobierno formaba parte del “progresivo fortalecimiento de los vínculos de Uruguay con el pueblo y la Autoridad Nacional Palestina” y que después de más de 50 años, seguía “la misma situación y la misma clase de conflictos y problemas” en la zona, por lo que se requería “avanzar en la solución que se pensó en un primer momento en Naciones Unidas: la existencia de dos Estados”.El embajador de Israel en Uruguay, Dori Goren, calificó en su momento al reconocimiento como “prematuro” y negativo para las negociaciones de paz en Medio Oriente. Goren criticó a “los países que ya favorecen la posición palestina mientras ellos ni siquiera han entrado a las negociaciones de paz”. Marcos Israel, presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, apoyó la visión de Goren y sostuvo que ni Palestina ni la mayoría de países árabes había reconocido al Estado Judío y que el reconocimiento por parte del gobierno no aportaba “más que a la profundización del conflicto”, ya que los palestinos se iban a sentir “respaldados en esa negativa”. Antes que el gobierno formalizara el reconocimiento, la comunidad israelita intentó disuadir a Mujica pero no lo logró. El ex presidente Luis Alberto Lacalle apoyó esta opinión durante el Congreso Judío Mundial celebrado en Jerusalén en junio. En esa ocasión dijo que el reconocimiento del gobierno era “contra Israel” y explicó que el Partido Nacional (PN) no apoyaba la medida y que Palestina no reunía los requisitos de un Estado porque no había una “autoridad única” ni un “control eficaz del territorio”. En ese sentido, argumentó que “mientras alguien niegue a Israel el derecho a existir” el PN iba a estar “al lado de Israel”.Alrededor de 500 palestinos viven en la actualidad en la ciudad del Chuy, la mayoría del lado brasileño. La inmigración a la zona fronteriza comenzó en la década de los 50, por razones económicas. La comunidad se ha dedicado desde entonces al comercio, rubro en el que tuvo gran éxito hasta la década del 90, cuando los free shops instalados del lado uruguayo le quitaron competitividad. Pese a que solo un mínimo porcentaje de la comunidad practica la religión musulmana, los palestinos mantienen en el Chuy varias de las costum- bres de su tierra de origen, por ejemplo la práctica del idioma, la vestimenta, las comidas y la celebración de algunas festividades. En Brasil existe una comunidad árabe numerosa y por eso la mayoría de los palestinos han preferido radicarse de ese lado de la frontera, donde representan un 5% de la población total.Los palestinos de la frontera siempre mantuvieron una buena relación con la comunidad judía, que también era numerosa en la zona hace varios años.Apoyo latinoamericanoArgentina, Brasil, Bolivia, Chile y Ecuador reconocieron al Estado de Palestina en diciembre del año pasado. En ese momento, el vicecanciller Roberto Conde anunció que el gobierno uruguayo oficializaría el reconocimiento al año siguiente. En diciembre de 2010, durante la cumbre del Mercosur celebrada en Foz de Iguazú, los países integrantes del bloque firmaron con la Autoridad Nacional Palestina un acuerdo marco para “fortalecer las relaciones” y “proveer los mecanismos necesarios para negociar un área de libre comercio”.