Hasta anoche no había podido ser controlado el incendio que amenaza a Punta del Diablo y La Esmeralda desde la tarde del viernes. Es combatido por tierra y aire por un contingente de 150 personas. La lucha puede llegar a durar varios días todavía.
El calor y la falta de lluvias, además de fuertes vientos, conspiran para mantener un amplio frente de incendio. El fuego que se inició en la tarde del viernes sobre el kilómetro 294 de la Ruta 9, a unos cuatro kilómetros de Punta del Diablo y a unos seis de La Esmeralda, comenzaba ayer a acercarse peligrosamente al segundo de los balnearios mencionados.
El contingente de 150 efectivos de Bomberos, personal municipal, militar y voluntarios procuró cortarle el paso a las llamas. El primer cortafuegos fue instalado sobre el propio kilómetro 294, con el propósito de que no llegara a Punta del Diablo. El segundo cortafuegos fue trazado sobre el kilómetro 290, a unos 10 kilómetros de La Esmeralda, ubicada en el 280. En ese punto hay un aserradero, lo que vuelve al sitio especialmente vulnerable.
De acuerdo con lo informado tanto por fuentes de Bomberos como de Fuerza Aérea, los vientos costeros de noreste a sureste empujaron el incendio hacia una zona densamente boscosa, compuesta por pinos, acacias y eucaliptos. El suelo de esta área produce un sotobosque muy cargado de restos vegetales: material abundante y de alta combustión.
Enfriar toda esta extensa área es la misión de los tres helicópteros de Fuerza Aérea que, provistos de heli-baldes, arrojan centenares de litros de agua. Entre tanto, con ocho máquinas traídas tanto desde la Intendencia de Rocha, como de la de Maldonado, se procura construir cortafuegos. A ello se suman cuatro palas mecánicas, cuatro coches bomba y decenas de camiones de distintas instituciones convocados a esta zona para detener el fuego.
Según comentaron los expertos de la Dirección Nacional de Bomberos, el combate al fuego puede aún demandar varios días, sobre todo debido a las condiciones meteorológicas imperantes en esta zona.
Un oficial de Fuerza Aérea observó que el gran problema residía en los vientos, el principal enemigo, como lo definió. El militar apuntó que el viento parece en ocasiones "inteligente", ya que rota continuamente y obliga a constantes cambios de planes. Además de los helicópteros la fuerza de aire desplegó un avión C-212 "Aviocar", encargado de tareas logísticas y de apoyo. En un comunicado oficial Fuerza Aérea precisó que tiene desplegados en la zona un total de 22 efectivos que permanecerán hasta concluir las tareas en el área afectada.
En la zona se moviliza un enorme contingente de personas, provenientes de distintas instituciones, el movimiento es casi constante debido a la rotación de personal que debe realizarse para preservar la integridad física de quienes combaten el fuego. Al lugar llegan alimentos y cientos de litros de agua potable. La circulación de tantas personas en el lugar se ha visto complicada por otro factor natural: con el avance del fuego centenares de cruceras o yararás intentan huir desesperadamente. Estos ofidios pueden resultar muy peligrosos para el hombre, por lo que el personal debe actuar con botas de caña alta. Todos los consultados dieron por descartado que hoy continuarán trabajando y probablemente también lo harán mañana.
EN RIVERA. No es Rocha la única zona afectada por incendios. Más al norte del país, un productor de Vichadero (Rivera) informó que su campo de 1.200 hectáreas había sido afectado por un incendio. El fuego destruyó rastrojo de trigo, soja recién plantada y festuco, según informó el productor.
Cuando aún no ha comenzado el verano, aunque sí las altas temperaturas, el peligro de los grandes incendios ya se insinúa con fuerza.
i Tiempo. Informes meteorológicos prevén que este será un verano seco y caluroso
El calor y la falta de lluvias, además de fuertes vientos, conspiran para mantener un amplio frente de incendio. El fuego que se inició en la tarde del viernes sobre el kilómetro 294 de la Ruta 9, a unos cuatro kilómetros de Punta del Diablo y a unos seis de La Esmeralda, comenzaba ayer a acercarse peligrosamente al segundo de los balnearios mencionados.
El contingente de 150 efectivos de Bomberos, personal municipal, militar y voluntarios procuró cortarle el paso a las llamas. El primer cortafuegos fue instalado sobre el propio kilómetro 294, con el propósito de que no llegara a Punta del Diablo. El segundo cortafuegos fue trazado sobre el kilómetro 290, a unos 10 kilómetros de La Esmeralda, ubicada en el 280. En ese punto hay un aserradero, lo que vuelve al sitio especialmente vulnerable.
De acuerdo con lo informado tanto por fuentes de Bomberos como de Fuerza Aérea, los vientos costeros de noreste a sureste empujaron el incendio hacia una zona densamente boscosa, compuesta por pinos, acacias y eucaliptos. El suelo de esta área produce un sotobosque muy cargado de restos vegetales: material abundante y de alta combustión.
Enfriar toda esta extensa área es la misión de los tres helicópteros de Fuerza Aérea que, provistos de heli-baldes, arrojan centenares de litros de agua. Entre tanto, con ocho máquinas traídas tanto desde la Intendencia de Rocha, como de la de Maldonado, se procura construir cortafuegos. A ello se suman cuatro palas mecánicas, cuatro coches bomba y decenas de camiones de distintas instituciones convocados a esta zona para detener el fuego.
Según comentaron los expertos de la Dirección Nacional de Bomberos, el combate al fuego puede aún demandar varios días, sobre todo debido a las condiciones meteorológicas imperantes en esta zona.
Un oficial de Fuerza Aérea observó que el gran problema residía en los vientos, el principal enemigo, como lo definió. El militar apuntó que el viento parece en ocasiones "inteligente", ya que rota continuamente y obliga a constantes cambios de planes. Además de los helicópteros la fuerza de aire desplegó un avión C-212 "Aviocar", encargado de tareas logísticas y de apoyo. En un comunicado oficial Fuerza Aérea precisó que tiene desplegados en la zona un total de 22 efectivos que permanecerán hasta concluir las tareas en el área afectada.
En la zona se moviliza un enorme contingente de personas, provenientes de distintas instituciones, el movimiento es casi constante debido a la rotación de personal que debe realizarse para preservar la integridad física de quienes combaten el fuego. Al lugar llegan alimentos y cientos de litros de agua potable. La circulación de tantas personas en el lugar se ha visto complicada por otro factor natural: con el avance del fuego centenares de cruceras o yararás intentan huir desesperadamente. Estos ofidios pueden resultar muy peligrosos para el hombre, por lo que el personal debe actuar con botas de caña alta. Todos los consultados dieron por descartado que hoy continuarán trabajando y probablemente también lo harán mañana.
EN RIVERA. No es Rocha la única zona afectada por incendios. Más al norte del país, un productor de Vichadero (Rivera) informó que su campo de 1.200 hectáreas había sido afectado por un incendio. El fuego destruyó rastrojo de trigo, soja recién plantada y festuco, según informó el productor.
Cuando aún no ha comenzado el verano, aunque sí las altas temperaturas, el peligro de los grandes incendios ya se insinúa con fuerza.
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