"Es un pequeño paso para un hombre. Un gran salto para la humanidad". Neil Armstrong, que pronunció esas frases el 20 de julio de 1969, al convertirse en el primer hombre que caminó en la Luna, falleció anoche, a los 82 años de edad.
A comienzos de este mes, Armstrong fue sometido a una operación al corazón, en la que se le practicó un bypass, debido a que sufría el bloqueo de algunas arterias coronarias, y de la que se estaba recuperando. Su fallecimiento sorprendió a las personas más cercanas a él, incluyendo a sus compañeros de la misión Apolo, porque parecía que el proceso de recuperación avanzaba bien.
Armstrong había nacido el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta, Estado de Ohio, y mostró desde muy joven su atracción por la aeronáutica. Durante su infancia y adolescencia trabajó en una farmacia y tomó clases de vuelo, habiendo obtenido la licencia para volar antes que el documento que lo habilitaba a conducir vehículos en tierra. Estudió ingeniería, pero en 1949 ingresó en la Marina de Estados Unidos y participó, como piloto de combate, en la Guerra de Corea. Después terminó sus estudios de ingeniería y se desempeñó como piloto de pruebas, realizando vuelos con más de 50 tipos distintos de avión. En 1962, ingresó a la NASA como astronauta para ser, siete años después, protagonista de una hazaña que ha quedado en la historia de la humanidad.
La Unión Soviética, que había enviado al espacio el primer satélite en 1957 y luego al primer hombre, Yuri Gagarin, en 1961, debió inclinarse ante la superioridad de Estados Unidos, cuando Armstrong llegó a la Luna. El régimen comunista subestimó la capacidad de los científicos y técnicos que se desempeñaban en el ámbito de la NASA, pero terminó perdiendo la carrera espacial. Cuando Estados Unidos llegó a la Luna, los medios soviéticos, controlados por el Estado, intentaron ocultar o restarle importancia al logro.Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, partieron para su misión lunar el 16 de julio de 1969, ya como héroes, al menos en Estados Unidos, y regresaron, el 24 de julio como superhéroes planetarios, sobre todo Armstrong, el primer hombre que llegó a la superficie del satélite natural de la Tierra. Habían cumplido el mandato de 1961, cuando el presidente John F. Kennedy, en plena guerra fría y en plena carrera espacial con la Unión Soviética, lanzó el desafío estadounidense de llevar a un ser humano a la Luna y traerlo sano y salvo antes de terminar la década. Pero política aparte, Armstrong fue el protagonista indiscutible de un viejo sueño de la humanidad cumplido y la cabeza visible de una epopeya tecnológica y científica que no se ha repetido en el espacio: el programa Apollo.
Tras el viaje de Armstrong, Aldrin y Collins, continuaron las misiones lunares, cada vez más complejas y más largas, a medida que la NASA tomaba confianza con sus éxitos espaciales. Armstrong nunca volvió al espacio. Siguió en la NASA hasta 1971, y cuando dejó la agencia se dedicó a impartir clases de ingeniería y a promover las bondades de la exploración espacial.
PASIÓN. Armstrong fue un héroe indiscutido, pero huyó cuando pudo hacerlo del primerísimo plano, de la gloria permanente y de los focos. Un hombre volcado personal y profesionalmente en su pasión aeronáutica y astronáutica, recibió todos los homenajes y condecoraciones y mantuvo la distancia de persona reservada.
En su biografía autorizada (First Man: The Life of Neil A. Armstrong) James R. Hansen cuenta que la misma frase del pequeño paso para un hombre que la humanidad escuchó en la transmisión por televisión del alunizaje fue plenamente idea suya, con la ayuda de su esposa, y no de un equipo de cerebros de la NASA que prepararon la coreografía adecuada para la gran ocasión. Toda una demostración de carácter y de personalidad en un programa tan complejo y tan integrado como el Apollo. Y tan peligroso: Nixon tenía preparadas unas frases de profunda condolencia por si el Apollo 11 fracasaba y otra lista de declaraciones adecuadas para el éxito rotundo.
Las poco más de dos horas que pasaron los dos astronautas en el suelo lunar, con su colega Collins esperando en solitario en el módulo orbital, fueron intensas. Armstrong era el comandante de la misión y fue él el elegido para salir el primero del módulo Eagle y tocar el suelo lunar. Aldrin le siguió poco después. Y es curioso que Armstrong apenas tuviera de aquel viaje ya mítico el recuerdo más corriente que millones de personas conservan de sus aventuras viajeras: unas buenas fotografías suyas.
La NASA siempre ha explicado que durante sus actividades en la superficie lunar, el comandante fue quien utilizó casi todo el rato la cámara, por lo que fue Aldrin el más y mejor fotografiado.
Las imágenes de Armstrong dando el primer paso en la superficie lunar y después junto con Aldrin realizando tareas en ese ámbito inexplorado, fueron seguidas con asombro, a través de la transmisión de la televisión, por 600 millones de personas alrededor del mundo, que se convirtieron en testigos de una proeza que solo había aparecido hasta ese momento en los relatos de ciencia ficción.
TALENTO. Armstrong fue la cabeza más visible, aunque no la única, de aquella década prodigiosa del espacio con el programa Apollo aunando no sólo muchísimo dinero para hacer realidad el desafío del presidente Kennedy, sino también con una concentración de enormes talentos de la ciencia y la tecnología en el esfuerzo espacial. Al recibir la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, en noviembre de 2011, junto con sus colegas del Apollo 11 Aldrin y Collins, además del pionero astronauta John Glenn, Armstrong dijo que era un honor "en nombre de todos aquellos que jugaron un papel para ampliar la presencia humana más allá de la Tierra, y el conocimiento humano del Sistema Solar".
Pero durante toda su vida ha estado relacionado con el mundo espacial, tanto trabajando en la industria privada del sector como implicándose, cuando lo consideró oportuno, en las decisiones de política espacial estadounidense. Hace un par de años, el más célebre exastronauta de la NASA, manifestó sus críticas a la decisión del presidente Barack Obama de cancelar el programa Constellation con el que se estaba desarrollando una nueva familia de cohetes para viajar a la Estación Espacial Internacional.
El pasado verano, el hombre de la Luna estuvo en España, concretamente en Tenerife, para participar en el homenaje al primer astronauta de la historia, el ruso Yuri Gagarin. Manifestó su deseo de que la civilización humana lleve al espacio "su mejor comportamiento". Refiriéndose a la carrera espacial de la que él fue estrella indiscutida, dijo que, a su juicio, fue "la mejor, la más honesta, porque ganó la humanidad".
SENTIMIENTO. Al conocer la noticia del fallecimiento, el astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre en pisar la Luna tras Armstrong, afirmó que ambos estarán "siempre unidos" por su misión en el Apollo 11. "Nos entrenamos juntos y fuimos buenos amigos, siempre estaremos unidos por nuestra participación en la misión Apollo 11", escribió el astronauta en su cuenta en la red social Twitter (útherealbuzz). "Es un verdadero héroe estadounidense. Es el mejor piloto que he conocido".
"La familia Aldrin ofrece su pésame a Carol y a toda la familia Armstrong tras la muerte de Neil, al que echaremos de menos", añadió Aldrin.
Por su parte, el administrador de la NASA, Charles Bolden, destacó los aportes que Armstrong hizo a la exploración del espacio.
"Mientras existan los libros de historia, Neil Armstrong será incluido en ellos´´, dijo Bolden en un comunicado. Agregó que siempre será "recordado por dar el primer pequeño paso de la humanidad en un mundo fuera del nuestro´´.
Bolden consideró que Armstrong fue "uno de los más grandes exploradores de Estados Unidos´´ que de buena gana aceptó el reto del presidente John F. Kennedy de enviar a un estadounidense a la Luna.
EJEMPLO. Carol Knight, esposa de Armstrong desde 1994, y dos hijos de su primer matrimonio con Janet Shearon, Eric y Mark, difundieron un comunicado, anoche, para evocar el significado de la trayectoria del astronauta, en su actividad profesional y como padre de familia.
"Siempre fue un impulsor de la aviación y de la exploración a lo largo de su vida y nunca perdió su asombro de niño mientras perseguía sus objetivos", indicó la familia. "Si bien Neil siempre valoraba su privacidad, siempre apreció las expresiones de buena voluntad de personas alrededor del mundo y de diferentes vertientes de la vida. Mientras lloramos la pérdida de un muy buen hombre, también celebramos su notable vida y esperamos que sirva de ejemplo a los jóvenes en todo el mundo, para que trabajen intensamente para hacer realidad sus sueños, muestren su voluntad de explorar y de llegar a los extremos y para servir sin egoísmos una causa que es más grande que ellos".
"Honren su ejemplo de servicio, logro y modestia, y la próxima vez que caminen bajo una noche despejada y vean la Luna sonreír, piensen en Neil Armstrong y envíenle un guiño´´, exhortó la familia.
"Es uno de los héroes de todos los tiempos"
Neil Armstrong, es uno de los máximos héroes estadounidenses, indicó del presidente, Barack Obama.
"Michelle y yo estamos profundamente golpeados por la noticia de la muerte de Armstrong", afirmó el mandatario en una nota difundida este sábado por la Casa Blanca. "Neil ha estado entre los más grandes héroes estadounidenses y no sólo en su época, sino de todos los tiempos", sostuvo Obama en su mensaje.
El presidente opinó que cuando Armstrong "y su equipo descendieron en la Luna se cumplieron las aspiraciones de toda una nación" y demostraron "que el espíritu estadounidense puede avanzar hasta lo inimaginable". "Hoy el espíritu pionero de Neil vive en todos los hombres y mujeres que dedican sus vidas al descubrimiento de lo desconocido", amplió Obama y completó que el fallecido astronauta es un hombre que "ha enseñado el enorme poder de un pequeño paso".
A su vez, el candidato presidencial por el Partido Republicano, Mitt Romney, destacó las cualidades del astronauta y dijo que "la Luna llora a su primer hijo terrícola".
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