Llegó el fin y la historia acabó antes de lo que podía imaginarse. Londres ya no tendrá un sol dorado para Uruguay. Ni una luna de plata o una estatua de bronce. Murieron las ilusiones demasiado rápido.
Por eso, Luis Suárez está doblegado en el centro del campo y el "Cacha" Arévalo Ríos no se quiere ni mover del punto en el que quedó cuando llegó el pitazo del árbitro. A nadie se le ocurrió pensar, de antemano, que este sueño se iba a truncar de golpe. Fue como si hubiesen pegado un portazo para que se abrieran los ojos de golpe.
Y si se salió por el costado, en lugar de tener el privilegio de hacerlo por el pabellón central, fue porque a la Celeste le volvieron a generar problemas por las bandas y porque una vez más se empezó corriendo el partido en lugar de manejarlo.PROBLEMAS. Gran Bretaña, sin ser nada del otro mundo, simplemente con el orden táctico, la velocidad de sus extremos y más agresividad que los celestes, terminó de empujar a Uruguay hacia la puerta de salida.
Lo peor estuvo en los 45` iniciales, donde jamás se encontró la vuelta para tener la pelota, para frenar los embates de Craig Bellamy o para cerrarle los caminos a Joe Allen. Con más movilidad en el medio, con mayor seguridad en los pases, Gran Bretaña jugó el partido que más quería y Uruguay lo peleó como pudo.
Así y todo, bajo la ley del aguante, el equipo de Óscar Tabárez fue consiguiendo ir dando pasitos más cómodos. Hasta que vino el golpe mortal, el que puso a la selección uruguaya con una tonelada colgando de su cuello. El gol a los 45`, cuando se moría la primera etapa, de Daniel Sturridge congeló el alma.
La solución parecía que podía estar en el banco de suplentes, para tratar de darle mejor manejo de la pelota a Uruguay. Tabárez le dio 12` más a los 11 titulares y después sí mando a la cancha a Nicolás Lodeiro.
La diferencia se notó. Sobre todo porque el equipo empezó a buscar más el juego asociado, a tirar paredes. Ya no era solo esperar y ver lo qué se podía hacer, ahora se profundizaba y se llegaba. Pero la suerte otra vez fue esquiva.
Tanto que más de uno debe haber pensado que la historia había llegado a su fin cuando la pelota que Suárez empujó hacia el arco, tras eludir a su marcador y quedar de frente al gol, fue rechazada por el arquero.
Sin embargo, adentro los jugadores siguieron luchando. Con rebeldía. Sebastián Coates se fue arriba, el "Cacha" regó de sudor todo el campo y los demás pusieron coraje para impedir que la historia tuviese el final menos querido de todos.
ESPACIOS. Jugando así, dejando el alma en cada pelota, y con el cansancio pegándole a los dos equipos de manera contundente, los espacios se generaron. Y si bien Campaña estuvo fenomenal un par de veces, del otro lado pasó algo parecido. Con ayuda incluida del travesaño, que impidió que el bombazo de Ramírez se anidara en la red.
Se fue, muy velozmente. Era un sueño que se buscaba desde hace 84 años, pero Londres no le entregará ningún sol dorado, ni una luna de plata a Uruguay.
LAS ESTRELLAS
C. Bellamy
El capitán británico desbordó siempre por la derecha y mandó centros venenosos.
D. Sturridge
Se movió con gran inteligencia para estar siempre desmarcado. Así llegó a convertir el gol.
J. Allen
El volante manejó con maestría los hilos de su equipo. Se desprendió rápido y bien del balón.
CUARTOS DE FINAL
Brasil rival de Honduras el sábado
El sábado se disputarán todos los partidos por Cuartos de Final del fútbol olímpico con los siguientes cruces: Japón - Egipto, Senegal - México, Brasil - Honduras y Gran Bretaña - Corea del Sur.
Resultados de ayer: Senegal 1 - Emiratos Árabes Unidos 1, México 1 - Suiza 0, Corea del Sur 0 - Gabón 0, Brasil 3 - Nueva Zelanda 0, Egipto 3 - Bielorrusia 1, Japón 0 - Honduras 0 y España 0 - Marruecos 0.
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