Un nuevo caso de violencia doméstica y venta de drogas fue denunciado en Mercedes por parte de un niño de apenas 10 años, que vivía en el barrio Cerro de esta ciudad en una humilde vivienda junto a otros tres hermanos y sus padres.
Se trata del segundo caso en pocos meses en el cual un niño denuncia a alguno de sus progenitores por sus adicciones. Ambos casos se registraron en el mismo barrio periférico de Mercedes y los menores tenían idéntica edad. Cuando se produjo el primero de los hechos, en junio pasado, la policía expresó su asombro porque se trataba de algo nunca visto.
En la nueva situación denunciada ayer, en primera instancia la madre negó ante las autoridades saber que su pareja golpeaba a los menores, aunque sí aceptó que este consumía drogas.
En forma conjunta y coordinada actuaron los funcionarios de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica y el INAU, que de inmediato dieron parte a la Justicia. Esta dispuso que los niños queden al cuidado del Instituto y los padres deberán prestar declaraciones.
El menor, con toda inocencia, relató a las autoridades cómo se comercializaba droga en su hogar. En ese sentido, dijo que a su casa concurría mucha gente y que veía cómo su padre le daba a esas personas "algo parecido a pasto".Esta familia tiene siete hijos: dos de ellos están desde hace algún tiempo alojados en dependencias del INAU en Mercedes y otro, de 5 años, en el Hogar Don Orione de Montevideo. El resto de la familia vive en una modesta vivienda en la calle 21 de Setiembre. Allí, según relató el niño denunciante, su padre se escondía en el baño y se drogaba.
Además, contó que siempre tenía consigo en una bolsa unas tizas que cortaba sobre un plato. El niño había callado hasta ahora porque tenía miedo, pues su padre lo golpeaba a él y a sus hermanas de cuatro y un año, y también en algunas oportunidades vio cómo amenazaba a su madre, indicaron fuentes judiciales.
El Dr. Soto, del Juzgado Letrado de 2° turno, determinó que el niño denunciante, y sus hermanas de cuatro, tres y un año de edad pasen a estar al cuidado del INAU en Mercedes. Habrá una instancia judicial para determinar responsabilidades de los mayores, pero además fue enterada la Dra. María del Carmen Roy-bal, del Juzgado Penal de 1er. turno, quien dispuso una serie de indagatorias ante las manifestaciones del niño sobre que su hogar se había convertido en una boca de venta de drogas.
El menor concurre a la escuela, pero almuerza y toma su merienda en una dependencia de INAU.
El padre, cuando era adolescente, tuvo numerosos problemas con la ley y ya en su etapa de adulto fue procesado en varias oportunidades.
Los mayores de la familia no tienen trabajo estable y la madre de los chicos no tuvo reparos cuando la Policía procedió a retirar a los cuatros hijos y llevarlos al INAU.
EN EL BARRIO. Muchos de los vecinos del barrio mercedario del Cerro prefieren callar. Saben la realidad que se aprecia en la finca de 21 de Setiembre pero se hace difícil obtener testimonios. Algunos no hacen comentarios por temor; otros porque están padeciendo los inconvenientes que provoca la droga. Sin embargo, un vecino accedió a señalar que "en esa casa se vive con los horarios cambiados". Cuando se observa mayor movimiento es en la noche, pero de día duermen hasta tarde, indicó.
Muchos escuchaban cuando el hombre retaba a sus hijos.
"Sin razón ninguna mi padre pasaba y nos pegaba, si hacíamos una macana nos daba una pateadura y me asustaba cuando a mi hermanita de un año, porque lloraba, la tomaba de los brazos y la tiraba en la cuna", contó el niño en su denuncia.
Personas que observaron los hechos expresaron que "fue como una liberación para ella poder entregarlos y que otros se hagan cargo de los niños".
ANTECEDENTE. A fines de junio pasado, otro niño, también de 10 años, denunció a su madre por consumo de pasta base. El niño afirmó que era objeto de "maltrato" en su hogar y temía fundamentalmente por la salud de su hermano pequeño, un niño de 18 meses, al que la madre todavía amamantaba.
El hecho fue calificado como algo inédito por el jefe de Policía de Soriano, inspector general Washington Curbelo.
"Es insólito que el propio niño denuncie a su madre por un hecho de estas características", dijo en esa oportunidad. La madre fue internada en una ONG para su desintoxicación (ver aparte).
La abuela del pequeño declaró luego que su nieto ya le había anticipado que denunciaría a la madre porque "ya no la aguantaba más". "Yo nunca la vi drogarse pero mi nieto sí", dijo a radio Carve.
En ese momento, la madre de los niños se quejó porque las autoridades dispusieron que se los quitaran. "Ella no dijo nada de la denuncia del nene, solo dijo que le quitaron a sus hijos, pero yo le aclaré que ella los cambió por la droga", afirmó la abuela.
Tratan a la mujer acusada
Andrea, la mujer de 32 años que en junio fue denunciada por su hijo por ser adicta, cumple actualmente un proceso de desintoxicación en la ONG "El Encuentro" de Fray Bentos, por indicación de Horacio Perazza, director del INAU de Soriano, ya que en Mercedes no existen institutos adecuados para realizar ese proceso. "Agarré para la droga porque no supe cómo enfrentar la vida", admitió en sus primeras declaraciones.
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