miércoles, 12 de septiembre de 2012

URUGUAY 1-1 ECUADOR - Se pone feo...


Contra un equipo que ganó la batalla táctica, que ahogó a Uruguay en su campo en la primera mitad, que dominó la pelota en la mayoría del cotejo y que generó cinco situaciones claras de gol que convirtieron a Fernando Muslera en figura: la Celeste sumó un punto.
No hay otra. El partido debió terminar con la imposición ecuatoriana y eso no sucedió fue porque al "Chucho" Benítez le interesó convertirse en actor de reparto más que en figura estelar o porque en alguna incidencia pesó la responsabilidad para escribir la sentencia.
Debió ganar Ecuador. Eso es lo que se vio en la cancha. Nadie puede discutir que Ecuador tuvo todo, pero realmente todo a su favor, para quebrar con una historia que establece que en el Centenario no puede ganar. Era su noche, especialmente a partir de la situación favorable que se le presenta a los seis minutos.

Quizás nunca más puedan tener una oportunidad de esta naturaleza. Será difícil que tengan de nuevo un Uruguay que llegaba golpeado por la goleada recibida en Colombia, agotado por el desgaste de Barranquilla y presionado por hacer valer su localía.Y si no fue, que quede claro, fue por absoluta responsabilidad de los propios ecuatorianos que no supieron dar el golpe de gracia.
Además, Ecuador se encontró de entrada con el mejor panorama del mundo: 1-0 y campo como para enterrar a la Celeste. Debió ganar. Pudo conseguirlo, porque jugó como quiso y logró que el partido fuera avanzando sin sobresaltos.
De un lado hubo un equipo que se movió con criterio, que tocó, que cambió de ritmo, que metió pases profundos. Del otro, un conjunto sin ideas, con hombres que perdían de manera constante en la mitad del terreno, con laterales que no lograban frenar las incursiones rivales.
La realidad es que Uruguay quedó mucho tiempo clavado en su campo y rezando porque Muslera tuviera otra gran noche en el arco.
El desarrollo del partido fue mermando hasta el ánimo de la gente, porque no se conseguía ni siquiera pisar el área del arquero Domínguez. Y lo peor es que ni siquiera se conseguía sacar provecho de las jugadas de pelota quieta, porque Diego Forlán las tiró todas cortas o no las metió al área.
Venía de pobre para abajo, al punto tal que el primer intento, apareció a los 32 minutos, con un disparo defectuoso del "Palito" Pereira. Y luego llegó algo realmente tibio, casi sin merecer un destaque en la libreta de apuntes, a los 39´ con un suave disparo de Edinson Cavani.
El impulso pareció que llegaba con la jugada de Luis Suárez en la que la pelota pegó en el travesaño, pero no fue así.
Aunque Ecuador se encontró con un Uruguay más corajudo, que por lo menos mostró otra actitud, a partir del ingreso del "Cebolla" Rodríguez, la noche parecía ser la de la condena total. Porque cada avance de los veloces y potentes jugadores ecuatorianos amenazaba con poner la soga al cuello de todos los uruguayos.
Cada contragolpe, cada proyección por los costados paralizó los corazones. Decir que Muslera volvió a convertirse en el salvador de la Celeste, porque si no más que punto lo que se hubiese logrado en el Centenario era un tremendo cachetazo.
Sí, hubo algún regalo en el fondo (para el cabezazo de Suárez que obligó a Domínguez a realizar su mejor intervención) y hasta una jugada final en la que Cavani se "comió" el pase al medio del área, por lo que se diluyó una enorme chance de ganar el partido.
Pero nadie puede negar que Ecuador fue superior. Que lo de Uruguay fue pobre y que el resultado pone las cosas más feas en las Eliminatorias.
Lo peor es que no fue un incidente, es una tendencia.

La cifra

5

puntos perdió la selección uruguaya en esta doble fecha de las Eliminatorias de Brasil 2014.

4

puntos ya dejó por el camino la Celeste en los partidos de local: empates con Venezuela y Ecuador.

PRÓXIMA FECHA

Argentina-Uruguay en el Mendoza, Colombia-Paraguay en Barranquilla, Ecuador-Chile en Quito y Bolivia-Perú en La Paz.

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