domingo, 28 de abril de 2013

"Pediré levantar el secreto bancario de todo jerarca vinculado a Pluna"


Campiani asegura que no tiene nada que ocultar y adelanta que pedirá el levantamiento del secreto bancario para todos los jerarcas privados y estatales que tuvieron alguna vinculación con Pluna. Afirma que quiere "eliminar de raíz esta seguidilla de sospechas tiradas al aire y sin fundamento", y que en los últimos días también involucran a su esposa. Lo que sigue son las respuestas por escrito de Campiani a un cuestionario que le envió El País.
-Usted prácticamente no hacía declaraciones públicas desde hace un año. ¿Por qué se decidió a conceder esta entrevista ahora?
-Dado que como empresario uno a veces está expuesto a calumnias y difamaciones, había decidido dejar que los procesos judiciales siguieran su curso sin interferir, y así que los hechos hablaran por sí solos. Sin embargo, recientemente se ha intentando ensuciar también a mi familia y eso no lo puedo permitir. Me duele mucho ver sufrir a mi familia por estas injusticias y no puedo dejar que se sigan repitiendo mentiras al respecto.
-Hace algún tiempo que se fue de Uruguay. ¿Dónde vive y a qué se dedica? ¿Mantiene algún negocio en Uruguay?
-Mi familia y yo nos fuimos de Uruguay hace algunas semanas. Esta decisión se dilató, porque hubiéramos preferido quedarnos en Uruguay donde vivimos más de 8 años, pero las oportunidades concretas aparecieron en otros países. Ahora estoy manejando proyectos tanto en Estados Unidos como en Europa con foco en energías renovables.
-¿Volvería a desarrollar algún emprendimiento en Uruguay?
-Como mencioné antes, estábamos muy contentos en Uruguay. A nivel profesional, participé de tres reestructuraciones, dos de las cuales fueron muy exitosas para todos los involucrados. Lamentablemente en Pluna, a pesar de haber conseguido profundas mejoras, el final fue triste para todos debido a factores exógenos fuera del control de la empresa. En resumen, volvería a invertir en Uruguay, si se dieran las condiciones adecuadas.
-¿A qué obedecieron las transferencias de US$ 100 mil que recibió su esposa desde una sociedad anónima llamada Leadgate pero que no sería la firma que administraba las acciones de Pluna?
-Es simple. Cuando decidimos quedarnos en Uruguay a más largo plazo, luego del nacimiento de mi segundo hijo, mi esposa decidió comprar un apartamento en Montevideo. Yo le transferí dinero de mi cuenta en el exterior. El departamento está a nombre personal, por lo que no hubo ningún ocultamiento. Alguna mano oscura quiso insinuar irregularidades absolutamente falsas. La transferencia fue hecha desde mi empresa personal, formada en 2003 mientras vivía en Alemania. Los fondos vienen de negocios previos y no tienen ninguna relación con Pluna: a fines de los noventa desarrollé una tablet PC (precursor del iPad) que fue un éxito y la vendí en el 2004. En el 2005 con la compra de Parmalat nos mudamos a Uruguay, reestructuramos exitosamente esta empresa y la vendimos. Mi empresa personal es distinta a Leadgate Investment Corp., que fue accionista de SAO S.A., que a su vez fue accionista privada de Pluna, en la que entre todos los accionistas invertimos US$ 30 millones que fueron capitalizados en Pluna. Allí los accionistas mayoritarios incluían a varios expertos en aviación, el más mencionado en Uruguay fue Jazz, y a 3 o 4 de los empresarios más exitosos en Estados Unidos.
-¿Cómo ve usted el avance de la investigación judicial?
-La única realidad aquí es que, después de casi un año de investigación judicial, no existe ningún testimonio de ningún testigo, ni documento alguno que pueda ni siquiera plantear la posibilidad de un delito relacionado con nuestra gestión. Tampoco existió nunca denuncia alguna por parte de los múltiples funcionarios que controlaban Pluna a nivel del Directorio, de la Comisión Fiscal, auditores externos e internos. Incluso hubo un veedor del Estado en la empresa por dos años. Todos ellos tienen la obligación legal de denunciar actividades ilícitas y nunca lo hicieron porque evidentemente no hubo nada fuera de la ley. Creo que es claro que aquí existe una intencionalidad política, perjudicando a mí y a mi familia, utilizándonos de manera terriblemente injusta. Por eso le voy a solicitar a mi abogado que pida al juzgado el levantamiento del secreto bancario de todos los jerarcas privados y estatales que tuvieron relación a Pluna, y de sus esposas, para eliminar de raíz esta seguidilla de sospechas tiradas al aire y sin fundamento.
-El gobierno se ha mostrado dispuesto a brindar algunos beneficios a la cooperativa que se pretende crear y que a usted le fueron negados (precio del combustible, se habla de exoneración de algunas tasas, etc). ¿Cómo ve esa situación?
-Creo que finalmente se impuso la realidad: es difícil competir contra aerolíneas vecinas que reciben subsidios por más de US$ 1.000 millones por año, compran el combustible 40% más barato y reciben un apoyo incondicional (incluso por encima de los acuerdos internacionales firmados) de sus autoridades. Nuestro grupo, a pesar de contar con accionistas expertos en la industria que controlan 6 aerolíneas importantes en diversas partes del mundo, no supo transmitirle al gobierno con la claridad suficiente la necesidad de nivelar, aunque sea mínimamente, el entorno competitivo.
-A casi un año de la decisión del Poder Ejecutivo de liquidar Pluna, ¿cómo valora esa resolución? ¿Se sintió traicionado?
-Para mí está claro que nadie esperaba el cierre de Pluna cuando le transferimos el control al Estado en junio de 2012, tal como está reflejado en los contratos. Fíjese que la calificadora internacional de riesgo Fitch, quien calificaba a Pluna por una emisión pública en Argentina, mantuvo el "grado inversor" hasta el día 5 de julio de 2012, y fue recién ante el anuncio de que suspenderían los vuelos que decidió rebajar dicha calificación.
-Sebastián Hirsch admitió en la Justicia el año pasado que Leadgate se atrasó en los pagos a Ancap y el ente asegura que ustedes le pagaron con cheques que no podían cubrir. ¿Cómo era el acuerdo con Ancap por el combustible?
-Hirsch jamás admitió incumplimiento alguno, porque no lo hubo. Al contrario, Pluna venía pagando y Ancap cobrando. No hay ninguna duda respecto a que Ancap venía aceptando desde hace años las condiciones de pago, y siempre emitió los recibos correspondientes. Ancap aceptaba estas condiciones porque le convenía dado que Pluna era uno de sus mejores clientes que además le pagaba precios bastante superiores a los de otros países. Mientras nuestro grupo gerenció la empresa, jamás se dejó de pagar un cheque y Ancap cobró más de 100 de millones de dólares.
-Usted tuvo que declarar por el caso de los cheques sin fondos en la denuncia que presentó Ancap. ¿Qué declaró en esa oportunidad?
-Mi declaración coincidió con lo dicho por todos los testigos: nadie en Pluna hubiera emitido jamás un cheque pensando que no se iba a poder pagar y el cierre de Pluna fue totalmente sorpresivo. La única razón por la que Ancap tiene una deuda potencialmente incobrable es porque el Estado, del cual Ancap también es parte, decidió cerrar Pluna en lugar de seguir operando. Es más, incluso después del cierre, si los aviones no se hubiesen transferido fuera del patrimonio de Pluna, Ancap y los demás acreedores hubiesen cobrado todas sus deudas, tal como lo reconoció el mismo (presidente de Ancap, Raúl) Sendic en una entrevista reciente.
-¿Cómo surgió la llamada "cláusula de indemnidad", por la cual se estableció que el gobierno no puede reclamarle nada a Leadgate y entre otras cosas eso le permitió a usted evitar un embargo de US$ 30 millones?
-Como es de esperar varios de nuestros accionistas estaban muy disgustados por la falta de apoyo del gobierno en una situación de desventaja competitiva clara y se sintieron presionados para salir de la inversión. De hecho Jazz hizo gestiones en repetidas oportunidades solicitando el apoyo que ahora existe. Como consecuencia varias voces plantearon la alternativa de hacer valer los contratos firmados en el 2007 ante el Ciadi en Washington. Para evitar conflictos posteriores se incluyó una cláusula de indemnidad simétrica, que protege tanto a los inversores privados como al Estado. Esto tenía un precedente claro dado que ya se había implementado previamente con Varig.
-Danilo Astori y Tabaré Vázquez sacaron una declaración en la que hacen una autocrítica ("nos equivocamos" en la asociación con Leadgate). ¿Cómo evaluó ese examen crítico sobre la gestión de Leadgate, de dos referentes que habían apostado tanto al proyecto?
-Si uno mira lo que dijeron exactamente, en realidad ambos plantearon que el error fue pensar que con la asociación con los privados el tema Pluna se iba a "solucionar". El tema es que un país no puede asociarse con un privado y luego pretender que el privado resuelva todos los problemas, especialmente cuando una parte importante de estos se generan por el accionar de otros gobiernos más poderosos. Recuerde que en 2007 cuando entramos en Pluna el panorama competitivo y político en la región era totalmente diferente.
-Entre 2007 y 2009 usted dijo en varias entrevistas que López Mena quería quedarse con Pluna y que usted nunca le vendería la empresa. ¿Cree que López Mena incidió en la liquidación de la aerolínea? ¿Qué opinión tiene de López Mena como empresario?
-No me parece prudente opinar públicamente.

"Bajo control privado, no cerraba"

-¿Qué sabe de los juicios en Brasil, que el gobierno puso como argumento central para cerrar Pluna? ¿Si iban a Brasil los aviones hubieran quedado secuestrados?
-En cualquier juicio siempre existe un nivel de incertidumbre sobre los resultados y es verdad que en el pasado habían existido fallos a favor y en contra en situaciones similares con exempleados de Varig. En mi opinión mientras Pluna volaba y los convenios firmados entre el Estado, Pluna y Leadgate estaban vigentes, no había riesgo significativo de secuestro de aeronaves, dado que en base a esos acuerdos, estos juicios no eran un problema de Pluna S.A., sino exclusivamente del Estado uruguayo, dado que habían sido originados con el cierre de Varig. Los potenciales acreedores litigiosos tenían otras maneras de cobrar más efectivas.
-¿Usted asume la responsabilidad por la liquidación de Pluna?
-De ninguna manera. De los 75 años de historia de la aerolínea, los últimos habían estado entre los mejores. Si no se había cerrado cuando andaba mucho peor, ¿por qué cerrarla en 2012? No existen en aviación casos que yo conozca de aerolíneas que cierren primero y se concursen después. No creo que Pluna hubiese sido liquidada bajo control privado. Nuestro grupo accedió a entregar la empresa al gobierno por un dólar para asegurar la continuidad de lo que habíamos creado, no para cerrarla. ¿A usted le parece que Jazz hubiera invertido en 2010 en una aerolínea de la que se pensaba que podía cerrar 24 meses más tarde? ¿Usted cree que los expertos de la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo hubieran galardonado a Pluna si pensaban que estaba mal manejada? ¿Piensa que Fitch le hubiera dado "grado inversor" a una emisión de una compañía que pudiera cerrar un año después?
-¿Qué errores cometió Leadgate en la administración de Pluna que llevaron a la empresa a ser liquidada?
-Nuestro principal error fue subestimar la complejidad política que siempre rodeó a Pluna, tanto dentro del Uruguay como con los países vecinos.
-¿Hizo dinero con Pluna?
-Por el contrario. Como grupo inversor, perdimos el total de los US$ 30 millones que capitalizamos en Pluna. Como usted se puede imaginar, una parte de ese capital me pertenecía a mí, porque ningún inversor profesional invierte si no existe un alineamiento de intereses con quienes lideran la inversión. Además perdí 5 años de trabajo muy intenso cobrando un sueldo significativamente menor al que podría haber ganado en el exterior. Pero sobre todo perdí, habiendo estado muy cerca, el reconocimiento que hubiera significado transformar a Pluna en la mejor aerolínea regional de Latinoamérica.

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