Con eslóganes como "Rotundamente NO" y gritos de "Manos arriba, esto es un atraco", una inmensa marea de manifestantes procedentes de toda España tomó el centro de Madrid para protestar contra unas políticas de austeridad que, afirman, van a "arruinar el país".
Organizadas en columnas de colores para denunciar los recortes en los diferentes sectores de la sociedad, desde la mañana desfilaron por el centro de la capital entre un estruendo de pitos y bocinas.
Profesores, padres y alumnos de verde por la defensa de la educación pública, médicos y enfermeros de blanco y trabajadores sociales de naranja. Un desfile violeta reivindicaba los derechos de las mujeres y otro denunciaba una drástica subida de impuestos al mundo de la cultura.
Los funcionarios, que vieron sus salarios recortados dos veces y sus puestos congelados, marchaban de negro.
"Este tipo de protestas, con gente de todo el país reunida en Madrid, tienen más resonancia que hacer manifestaciones provinciales", afirma Rafael Navas, recepcionista de hotel de 52 años, que llegó con sus compañeros en uno de los 50 autocares que partieron de Córdoba (sur) a las cuatro de la madrugada.En otros puntos de la ciudad, decenas de miles de personas bajaban de autocares llegados de todo el país, con banderas de sus regiones y estandartes de los grandes sindicatos, UGT y CCOO, que junto a otras 150 organizaciones españolas reunidas en una "cumbre social", convocaron esta protesta bajo el lema "Quieren arruinar el país, hay que impedirlo".
Como el resto de manifestantes, considera que las medidas de rigor están injustamente concentradas en las clases populares y sólo agravarán la situación de un país con 24,63% de desempleo e incapaz de relanzar su economía.
"La gente no tiene dinero y ha bajado mucho el consumo", especialmente en su región, Andalucía, donde uno de cada tres trabajadores está desempleado, explica.
A su alrededor, la multitud corea "¡Manos arriba, esto es un atraco!", contra los ajustes de 102.000 millones de euros que el gobierno conservador de Mariano Rajoy aplicará durante dos años y medio en un esfuerzo sin precedentes por reducir el déficit público del 8,9% del PIB en 2011 al 2,8% en 2014.
Estamos aquí "para decir alto y claro al gobierno que no estamos de acuerdo", lanzó el secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, cuando todas las marchas confluyeron al pie de la inmensa bandera española que ondea en la céntrica Plaza de Colón.
Los manifestantes consideran que Rajoy está incumpliendo las promesas electorales que le llevaron a obtener una aplastante mayoría absoluta hace diez meses y exigen que los recortes sean sometidos a consulta popular.
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